Desacuerdo casi total sobre los aspectos electorales

El sistema electoral para la elección de las asambleas regionales y la modificación de la ley de elecciones locales, en lo que atañe a las diputaciones, constituye el principal tema pendiente de resolución por los cuatro grandes partidos estatales y la representación gubernamental. Ante la importancia de la cuestión, dado que todos quieren ganar espacio electoral y nadie perderlo, los negociadores se han dado una semana de reflexión para que cada partido haga con sus expertos los cálculos pertinentes.Hay algún acuerdo menor sobre el sistema electoral de las asambleas regionales. Así, por ejemp...

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El sistema electoral para la elección de las asambleas regionales y la modificación de la ley de elecciones locales, en lo que atañe a las diputaciones, constituye el principal tema pendiente de resolución por los cuatro grandes partidos estatales y la representación gubernamental. Ante la importancia de la cuestión, dado que todos quieren ganar espacio electoral y nadie perderlo, los negociadores se han dado una semana de reflexión para que cada partido haga con sus expertos los cálculos pertinentes.Hay algún acuerdo menor sobre el sistema electoral de las asambleas regionales. Así, por ejemplo, la elección directa de todos los parlamentarios y la definición de la provincia como circunscripción electoral, salvo que, en las comunidades autónomas uniprovinciales, sus fuerzas políticas convengan otra cosa por unanimidad.

El tema aparcado en la última reunión por su dificultad es el baremo corrector de la proporcionalidad a introducir en el sistema electoral. Los minoritarios, lógicamente, abogan por la proporcionalidad casi pura. Las fórmulas que se barajan llegan hasta un máximo de distorsión de la proporcionalidad de 1 a 3. Es decir, que el voto de una determinada circunscripción puede llegar a valer como máximo -es lo que defiende UCD,- tres veces más que la de otra. En la generales seda una proporción de 1 a 4 para el Congreso: el voto de Soria vale casi cuatro veces más que el de la circunscripción de Barcelona.

Por lo que respecta a las diputaciones, se admite por todos la necesidad de modificar la ley de elecciones locales. También se admite que un número todavía no determinado de parlamentarios regionales sean diputados provinciales.

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