Mitterrand gobernará sin tener en cuenta las advertencias de Washington

El presidente de Francia, François Mitterrand, recordó anoche a Estados Unidos que piensa actuar en todo momento según su conciencia y no plantearse jamás si sus decisiones «se corresponden con el deseo o la voluntad de tal o cual país».«La reacción de los americanos es asunto de su incumbencia; el poder de decisión es mío», recalcó el presidente socialista galo, en respuesta al comunicado hecho público en Washington a las veinticuatro horas de que cuatro comunistas pasaran a integrarse en el Gabinete del primer ministro Pierre Mauroy. En él, el Departamento de Estado, con el visto bueno del p...

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El presidente de Francia, François Mitterrand, recordó anoche a Estados Unidos que piensa actuar en todo momento según su conciencia y no plantearse jamás si sus decisiones «se corresponden con el deseo o la voluntad de tal o cual país».«La reacción de los americanos es asunto de su incumbencia; el poder de decisión es mío», recalcó el presidente socialista galo, en respuesta al comunicado hecho público en Washington a las veinticuatro horas de que cuatro comunistas pasaran a integrarse en el Gabinete del primer ministro Pierre Mauroy. En él, el Departamento de Estado, con el visto bueno del presidente Ronald Reagan, aseguraba que «el tono y el contenido» de las relaciones entre Estados Unidos y Francia «se verían afectados por la inclusión de comunistas en el Gobierno ».

Francia se considera «un buen aliado» de Estados Unidos, reafirmó ayer Mitterrand en Saint Brisson, pequeña localidad situada en el centro del país. «Tenemos intereses comunes que no se encuentran a merced de los acontecimientos», insistió, al tiempo que justificaba el temor de los norteamericanos recordando que «se encuentran lejos de nosotros y no comprenden nuestras evoluciones».

«Estados Unidos puede creer en cierta forma de contagio», reconoció el presidente galo, asegurando que lo entendía perfectamente. «Pero yo querría que ellos me comprendieran tan bien como yo les comprendo», se lamentó.

Por último, Mitterrand recalcó que los ministros comunistas «no están, evidentemente, en el Gobierno para hacer la política de su partido».

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