De máxima gravedad

«De máxima gravedad» ha calificado el gobernador de Valladolid los hechos ocurridos en esta ciudad el domingo. Quisiéramos reconocer la mejor de las intenciones, pero grave distorsión de cualquier sentimiento patriótico es que se reúnan en esta ciudad veinte escuadras de muchachos uniformados y celebren una ceremonia de corte militar, con banderines, cornetines de órdenes y bandas de trompetas y tambores. Grave que su jefe, diputado en Cortes, pase revista a la formación. Grave que se mime o parodie un desfile militar por las calles. Grave que estas fuerzas se enfrentert a las de...

«De máxima gravedad» ha calificado el gobernador de Valladolid los hechos ocurridos en esta ciudad el domingo. Quisiéramos reconocer la mejor de las intenciones, pero grave distorsión de cualquier sentimiento patriótico es que se reúnan en esta ciudad veinte escuadras de muchachos uniformados y celebren una ceremonia de corte militar, con banderines, cornetines de órdenes y bandas de trompetas y tambores. Grave que su jefe, diputado en Cortes, pase revista a la formación. Grave que se mime o parodie un desfile militar por las calles. Grave que estas fuerzas se enfrentert a las de orden público, que piden su disolución Grave que un diputado intente desde los altavoces contraponer los miembros de esas fuerzas de orden público a los jefes que las mandan. Muy grave que este mismo diputado incluya en su discurso distinciones, evidentemente anticonstitucionales, entre el Rey y la Monarquía. Muy grave que sus palabras sean coreadas con tristes insultos a la persona def rey y con vivas a un golpista. Gravísimo que todo esto se haga queriendo defender a un Ejército al que injurian gravemente todos los gestos anteriores. Más grave aún, e incomprensible para nosotros, que todo ello se haga creyendo que así se ejercita el patriotismo y se demuestra el amor a España. , 9 de junio