Persiste la agitación nacionalista albanesa en la región yugoslava de Kossovo

Prosiguen en la región autónoma de Kossovo las manifestaciones de estudiantes de la minoría albanesa, mayoritaria en la región, que exigen el estatuto de República federada con Yugoslavia para su región autónoma, dependiente actualmente de la República yugoslava de Serbia, mientras prosigue en la Macedonia yugoslava el juicio contra cinco nacionalistas albaneses que, bajo un retrato del presidente albanés, Enver Hoxha, habrían folrmado el clandestino Partido Nacional del Trabajo, con sus símbolos: la daga y la bomba de mano.

Todos los medios de información de Yugoslavia acusan de ir...

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Prosiguen en la región autónoma de Kossovo las manifestaciones de estudiantes de la minoría albanesa, mayoritaria en la región, que exigen el estatuto de República federada con Yugoslavia para su región autónoma, dependiente actualmente de la República yugoslava de Serbia, mientras prosigue en la Macedonia yugoslava el juicio contra cinco nacionalistas albaneses que, bajo un retrato del presidente albanés, Enver Hoxha, habrían folrmado el clandestino Partido Nacional del Trabajo, con sus símbolos: la daga y la bomba de mano.

Todos los medios de información de Yugoslavia acusan de irredentismo al Gobierno albanés, que, en un artículo de su diario Zeri i Popullit, reclama para sus minorías de Yugoslavia el estatuto de República federada con Yugoslavia, pero independiente de Albania, así como «existen dos Alemanias y dos Coreas, pero un solo pueblo alemán o coreano».«No ha nacido un Escipión panserbio capaz de destruir a Albania», se dice en las 10.000 palabras del artículo, sin firma, pero con un estilo que recuerda al del ex periodista Enver Hoxha, jefe de Estado de Albania.

Entretanto, en Kossovo dimitieron el lunes el albanés Payasit Nusi, vicepresidente de la comunidad autónoma, e Imer Jaka, miembro del Gobierno de Kossovo, encargado de Cultura. La universidad se resiste a entregar al personal del rectorado y a los profesores culpables de delito de separatismo. Por este motivo fue cerrada el pasado martes.

La región autónoma de Kossovo continúa cerrada para los extranjeros que no vayan acompañados por guías oficiales:previa solicitud de permiso de entrada, y la Prensa y la radio yugoslavas se reparten, con rumores poco fiables, la primicia informativa. Todavía no se ha visto en la-pequena pantalla yugoslava nada sobre los disturbios de Pristina (nueve muertos y 202 heridos), aunque nadie ignora que hay mucho material filmado. Ayer, siete periodistas de la televisión de la comunidad autónoma de Kossovo fueron expulsados del Partido Comunista yugoslavo. Muchos comunistas yugoslavos y de la minoría albanesa siguen enquistados en el silencio sin tomar partido cara a las medidas de saneamiento que proponen en la federación.

Nunca en la Yugoslavia socialista duró tanto un conflicto entre sectores contestatarios y el Gobierno. El movimiento de masas del nacionalismo croata de principios de los años setenta fue desbaratado con la autoridad de Tito y la red del partido, sin intervención del Ejército federal, aunque en Zagreb fue discretamente acordonado por la tropa. En Kossovo, dentro de poco se cumplirán dos meses de la llegada de contingentes militares disuasivos, y del inicio de las actividades de unidades de policía federal, sin que se haya logrado más que aletargar la protesta activa de los nacionalistas. Belgrado insiste en que Tirana intriga en Yugoslavia. Los albaneses replican que el problema es sólo yugoslavo.

La solución residiría, según Tirana, en modificar la Constitución yugoslava y proclamar la República kossovar, federada con Yugoslavia, primor paso, según Belgrado, hacia su secesión rumbo a la gran Albania.

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Entretanto, el terror cunde en las pequeñas aldeas que habita la minoría serbia, rodeada de un 80% de albaneses-kossovares. Abundan las casas con un cartel de se vende. Preguntado el dueño de una de esas fincas- por la razón de su emigración, respondió al periodista de la revista yugoslava Ilustrovana Politika: «Vete a Serbia, hijo, a preguntar a los que se fueron antes que nosotros, porque yo no puedo hablar». Hay familias esclavas, serbias o montenegrinas, amenazadas de vendetta por familias. albanesas. En la nueva situación que vive Kossovo hay que decir que tampoco el chauvinismo represivo de los nacionalistas serbios y montenegrinos tienen la conciencia tranquila respecto a su comportamiento con los albaneses en el pasado.

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