Los "militares de abril" reafirman su decisión de defender el régimen democrático en Portugal

Los militares constitucionalistas de Portugal reafirmaron su decisión de defender el régimen democrático y criticaron duramente algunas decisiones de la jerarquía castrense en los discursos pronunciados en los «banquetes de confraternización» organizados para conmemorar el levantamiento militar del 25 de abril de 1974.La más importante, numérica y cualitativamente, de las reuniones de los «militares de abril» reunió en Lisboa a 1.750 de los 4.800 oficiales de las fuerzas armadas portuguesas; entre ellos, once de los dieciocho miembros del Consejo de la Revolución y varios comandantes de unidad...

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Los militares constitucionalistas de Portugal reafirmaron su decisión de defender el régimen democrático y criticaron duramente algunas decisiones de la jerarquía castrense en los discursos pronunciados en los «banquetes de confraternización» organizados para conmemorar el levantamiento militar del 25 de abril de 1974.La más importante, numérica y cualitativamente, de las reuniones de los «militares de abril» reunió en Lisboa a 1.750 de los 4.800 oficiales de las fuerzas armadas portuguesas; entre ellos, once de los dieciocho miembros del Consejo de la Revolución y varios comandantes de unidades. El presidente, general Ramalho Eanes, ausente, expresó su solidaridad en un mensaje verbal. Otras reuniones del mismo tipo registraron una participación igual o superior, como la de la región militar del norte, en la que participaron 150 de los oficiales del cuadro permanente del Ejército de Tierra, es decir, la aplastante mayoría.

Los oradores reafirmaron su voluntad de defender el régimen y las instituciones democráticas, su respeto por las decisiones resultantes de la voluntad popular expresada por el sufragio universal y su satisfacción por la creciente adhesión de los militares a las concepciones democráticas, garantía del fracaso de todas las intenciones «golpistas actualmente ocultas, pero que están dispuestas a aparecer».

Los que «sueñan con hacer volver a los oficiales a la ciega obediencia a la voluntad arbitraria de un cualquier dueño» fueron firmemente invitados a reconsiderar sus planes, al mismo tiempo que se hacía observar que los militares no necesitan ser defendidos.

La denuncia hecha en años anteriores contra situaciones consideradas injustas en el seno de la institución castrense ha sido este año formulada en forma de exigencias largamente aplaudidas por los asistentes.

El comandante Vasco Lourenço, consejero de la Revolución y considerado como portavoz de los «capitanes de abril» e impulsor de la Asociación de los Militares de Abril (AMA) -en vía de organización-, exhortó a sus camaradas a aunar sus esfuerzos para hacer cesar «algunas situaciones injustas e inaceptables» en el seno de las fuerzas armadas. Citó la no aplicación de la ley de amnistía, «las persecuciones de que son objeto muchos de nosotros», el no reconocimiento de la competencia profesional de aquellos que se atreven a definirse como militantes de abril».

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Reorganización en ciernes

Vasco Lourenço fue aún más explícito, al exigir una correcta reorganización de las fuerzas armadas, para que su operatividad esté, al menos, «a la altura de los sacrificios de los contribuyentes portugueses» y que se ponga fin «a los abusos de poder que algunos siguen practicando al amparo de la inmunidad a la que creen tener derecho por ostentar cuatro estrellas».Esta alusión a la actuación de los jefes de Estado Mayor estaría dirigida esencialmente al comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Lemos Fereira, que se ha distinguido últimamente por sus posiciones derechistas.

La situación puede desembocar en la dimisión o la destitución del comandante en jefe de la aviación, esperada desde los cambios efectuados en el Estadd Mayor del Ejército de Tierra. El presidente Eanes ha revelado recientemente su intención de hacer aprobar por el Consejo de la Revolución una ley limitando a tres años, prorrogables otros dos años en casos excepcionales, la duración del mando de los jefes de Estado Mayor.

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