El Gobierno niega su responsabilidad en un anónimo electoral

El ministro de Cultura, Iñigo Cavero, rechazó las imputaciones contenidas en una interpelación del socialista catalán Rodolfo Guerra contra dos altos cargos políticos por actuaciones durante la campaña electoral al Parlamento catalán en marzo de 1979. El diputado socialista se refirió concretamente al entonces subsecretario de la vicepresidencia económica, Federico Isart, y al jefe de Prensa del Ministerio de Hacienda, José Luis Orosa, por la supuesta autoría de ambos en la publicación de originales anónimos invitando al voto contrario a la izquierda.Rodolfo Guerra recordó que en aquellas fech...

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El ministro de Cultura, Iñigo Cavero, rechazó las imputaciones contenidas en una interpelación del socialista catalán Rodolfo Guerra contra dos altos cargos políticos por actuaciones durante la campaña electoral al Parlamento catalán en marzo de 1979. El diputado socialista se refirió concretamente al entonces subsecretario de la vicepresidencia económica, Federico Isart, y al jefe de Prensa del Ministerio de Hacienda, José Luis Orosa, por la supuesta autoría de ambos en la publicación de originales anónimos invitando al voto contrario a la izquierda.Rodolfo Guerra recordó que en aquellas fechas, en Cataluña se difundió lo que calificó de libelo, apoyando el voto a la derecha y al parecer a Centristas de Cataluña, y rechazando el voto a las fuerzas de izquierda.

Iñigo Cavero contestó que los argumentos del interparlante se basaban en informaciones periodísticas -concretamente publicadas en El Periódico, de Barcelona, y EL PAIS- el 10 de abril de 1980. y encontró respuesta a ellas en los mismos medios, que dos días después publicaron declaraciones de ambas personas desmintiendo cualquier tipo de relación con el tema.

Rodolfo Guerra criticó al ministro, de quien dijo que parecía defender a un cliente, en lugar de dar cuenta de la actuación del Gobierno en la materia. Cavero dijo que estaba en juego la honorabilidad de dos personas, y que sin pruebas ni evidencias, siempre se expresaría a favor de las mismas, ya que la carga de la prueba, según -dijo, corresponde a quien acusa.

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