Homosexuales de todo el mundo piden la proclamación del día del homosexual"

Cerca de doscientos homosexuales de ambos sexos, miembros de la Asociación Internacional Homosexual (IGA), representantes de diversas asociaciones de cuatro continentes, se reunieron durante los días de la Pascua para celebrar su tercer congreso en la pequeña localidad de Torre Pellice, en el norte de Italia. Una de sus conclusiones más importantes ha sido la de solicitar a las Naciones Unidas la proclamación de una jornada mundial del homosexual.El congreso, que se clausuró ayer, ha puesto, una vez más, al descubierto los problemas legales, sociales y económicos que siguen afectando a los hom...

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Cerca de doscientos homosexuales de ambos sexos, miembros de la Asociación Internacional Homosexual (IGA), representantes de diversas asociaciones de cuatro continentes, se reunieron durante los días de la Pascua para celebrar su tercer congreso en la pequeña localidad de Torre Pellice, en el norte de Italia. Una de sus conclusiones más importantes ha sido la de solicitar a las Naciones Unidas la proclamación de una jornada mundial del homosexual.El congreso, que se clausuró ayer, ha puesto, una vez más, al descubierto los problemas legales, sociales y económicos que siguen afectando a los homosexuales.

Críticas a los Gobiernos, a los partidos de izquierda y a la Iglesia se han sucedido en las intervenciones de los delegados, que relataban experiencias bien diversas.

«El 90% de los países del mundo», explica el italiano Enzo Francone, «tiene aún leyes discriminatorias que prohiben la relación entre homosexuales».

Los casos más escandalosos se registran en países de Latinoamérica, donde el homosexual se ve obligado a vivir en la clandestinidad, y en el Este europeo, donde se establecen condenas de cinco a ocho años para los que son distintos. En un decálogo publicado. al final de sus trabajos, los congresistas han pedido a Amnistía Internacional que se preocupe de la persecución de que -afirman-son víctimas los homosexuales en los países latinoamericanos y del Este europeo. Por otra parte, solicitan de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que deje de considerar la homosexualidad como una enfermedad.

El ala confesional del congreso estuvo representada por el pastor Joseph Douce, fundador del Centro de Cristo Liberador, que insistió, una y otra vez, en que «es profundamente deshonesto colocar al cristiano homosexual ante la alternativa o cristiano u homosexual». Pero fue Marco Bisceglie, un ex párroco suspendido a divinis por pronunciarse abiertamente a favor del divorcio en 1974, quien expresó una crítica más dura contra la Iglesia por «su moral sexofóbica y represiva, fuente de constante infelicidad».

El IGA nació en los años cincuenta, a partir de movimientos surgidos en el norte de Europa y América, con el objetivo prioritario de conseguir la abolición de las leyes que consideran la homosexualidad como delito.

El próximo congreso del IGA se celebrará en Washington. Con esta celebración, los congresistas han decidido desafiar la legislación norteamericana que prohibe la inmigración de homosexuales. Cuando se aproxime la fecha de la celebración del congreso en Washington, doscientos homosexuales de todo el mundo se presentarán ante los funcionarios de aduanas de Estados Unidos con un triángulo rosa (el distintivo de su asociación) en la solapa de su chaqueta.

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