ELECCIONES FRANCESAS

La sociedad solidaria de Chirac

Como todos los candidatos a la presidencia de la República francesa, Jacques Chirac centra su campaña y su programa en propuestas económicas destinadas a conjurar la crisis. Y como sus adversarios, también combatir el paro y la inflación son el objetivo preferente de su discurso.El programa económico de Chirac parte de un análisis político. La mayoría no existe y el debate actual en Francia se plantea entre una sociedad solidaria, por un lado, y una sociedad estatizada y burocrática, por el otro.

La sociedad solidaria chiraquista, en el terreno económico, es original respecto a los prog...

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Como todos los candidatos a la presidencia de la República francesa, Jacques Chirac centra su campaña y su programa en propuestas económicas destinadas a conjurar la crisis. Y como sus adversarios, también combatir el paro y la inflación son el objetivo preferente de su discurso.El programa económico de Chirac parte de un análisis político. La mayoría no existe y el debate actual en Francia se plantea entre una sociedad solidaria, por un lado, y una sociedad estatizada y burocrática, por el otro.

La sociedad solidaria chiraquista, en el terreno económico, es original respecto a los programas de los otros tres candidatos: Giscard, Mitterrand y Marchais. Los dos pretendientes al Eliseo de la oposición proponen una superación de la crisis económica a partir del relanzamiento del consumo interno. Giscard funda su programa contra el paro y la inflación en la independencia energética y en la competitividad de las empresas. Chirac, volviendo la espalda a las teorías keynesianas (relanzar la demanda y desequilibrar el presupuesto para combatir el paro), propone la llamada «economía de la oferta».

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Esto es, no se trata de estimular el consumo, sino la producción. Y para esto último, Chirac ofrece todas las medidas necesarias para provocar una verdadera eclosión de la libre iniciativa, liberando al aparato productivo de toda clase de trabas.

La política exterior propuesta por Chirac se funda en los principios permanentes del gaullismo: independencia nacional, defensa nuclear y, en el plano europeo, Chirac propone una renegociación del «tratado de Roma», fundada en la revalorización de la política agrícola común y que plantearía en términos diferentes la ampliación de la CEE.

Otros dos temas tradicionales del gaullismo vuelven al primer plano: la participación de los trabajadores en la empresa y la regionalización.

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