Tribuna:

El Santander e Iberduero centraron todas las expectativas

La actividad, y sobre todo la atención de los especialistas de los mercados de valores, se centró, a lo largo de las cuatro sesiones que compusieron el ciclo pasado, prácticamente en dos valores: el Banco de Santander e Iberduero.El protagonismo de estas dos sociedades sólo ha contribuido a poner de manifiesto de forma clara cuáles son los dos únicos sectores que son capaces de atraer y preocupar a los inversores, especialmente a los institucionales, que son quienes, en definitiva, deciden con su actuación el rumbo de las bolsas.

Las razones por las que acciones de estas dos sociedades ...

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La actividad, y sobre todo la atención de los especialistas de los mercados de valores, se centró, a lo largo de las cuatro sesiones que compusieron el ciclo pasado, prácticamente en dos valores: el Banco de Santander e Iberduero.El protagonismo de estas dos sociedades sólo ha contribuido a poner de manifiesto de forma clara cuáles son los dos únicos sectores que son capaces de atraer y preocupar a los inversores, especialmente a los institucionales, que son quienes, en definitiva, deciden con su actuación el rumbo de las bolsas.

Las razones por las que acciones de estas dos sociedades estuvieron en candelero fueron bien distintas, pero tuvieron un nexo común, la incertidumbre en cuanto a la evolución futura de sus precios. En el caso del Banco de Santander, que viene constituyéndose en un punto de mención obligada en casi todas las crónicas bursátiles, la incógnita al principio de la semana se situaba en torno al momento en que abandonaría su actitud claramente tendente a dificultar subidas en los precios de sus acciones, y respetaría la tendencia real del mercado que, a diario, apuntaba actitudes compradoras.

Con ser importante su actuación singular, se daba además la circunstancia de que sus esfuerzos por no mejorar excesivamente sus cambios, para ofrecer unos precios de canje a sus bonistas de la emisión de octubre pasado lo más favorable posible, afectaba al resto de sus compañeros de sector, quienes no conseguían culminar sus deseos de subir, precisamente porque este valor, que últimamente se ha constituido en su líder bursátil, se mostraba reticente a encajar subidas en sus cotizaciones.

Además, el Santander ha venido capitalizando una parte más que significativa del volumen total de negocio bursátil, sobre todo en las dos primeras sesiones de la semana, coincidiendo con sus bajas, y hasta el punto de que, el miércoles, su negociación llegó a representar más de un 70% de la contratación de su grupo.

Por su parte, Iberduero protagonizó un inicio de semana casi fulgurante, con unas rápidas recuperaciones que se correspondieron casi siempre con reajustes de carácter técnico, generados en función de las bajas de la tanda anterior. No obstante, su pujanza se fue viendo limitada y, al cierre de las operaciones, el viernes, se podía apreciar con bastante claridad que el listón de los compradores se situaba en torno al 54%.

Los rumores y especulaciones sobre el futuro de la central nuclear de Lemóniz, principal inversión de la eléctrica vasca, están creando un ambiente desfavorable entre los inversores, a lo que se viene a sumar la posibilidad, aún no confirmada, de que proceda a un recorte simbólico en sus dividendos que la equiparen al resto de sus compañeras del sector.

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