Tribuna:

Otro compás de espera

Se ha iniciado la actividad bursátil en las Bolsas españolas bajo el signo de la inhibición. La convocatoria del presidente del Gobierno a los representantes de la gran banca ha sido el centro de casi todas las conversaciones en los distintos salones de contratación y el desconocimiento de los posibles planteamientos que el jefe del Ejecutivo pueda hacer a los grandes capitanes bancarios ha acabado por impregnar el ambiente de una mezcla de desconfianza y temor.Con este planteamiento, los compradores decidieron dejar para mejor ocasión sus demandas de títulos, lo que colocaba a los vendedores ...

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Se ha iniciado la actividad bursátil en las Bolsas españolas bajo el signo de la inhibición. La convocatoria del presidente del Gobierno a los representantes de la gran banca ha sido el centro de casi todas las conversaciones en los distintos salones de contratación y el desconocimiento de los posibles planteamientos que el jefe del Ejecutivo pueda hacer a los grandes capitanes bancarios ha acabado por impregnar el ambiente de una mezcla de desconfianza y temor.Con este planteamiento, los compradores decidieron dejar para mejor ocasión sus demandas de títulos, lo que colocaba a los vendedores en una incómoda situación, ya que aparecían prácticamente imposibilitados de conseguir contrapartidas para materializar sus posturas.

En el grupo bancario hubo predominio de la oferta sobre una demanda casi siempre artificial y que en un buen número de casos actuaba por fuera de los circuitos oficiales de contratación, en un intento de impedir que los saldos finales resultasen excesivamente elevados.

El Santander fue la única entidad dentro del sector que mantuvo la supremacía de los compradores, y sus saldos positivos conocidos en el mercado madrileño superaron los 66.000 títulos.

Dragados bajó siete puntos, su límite máximo, quedando con papel al cierre, y Teléfonos, en esta ocasión, no fue la panacea salvadora del índice, pues también acusó las tensiones vendedoras, cediendo posiciones.

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