30 heridos, ninguno grave, en la "nit del foc" de Valencia

La popular nit del foc (noche del fuego) de Valencia, la noche del día de San José, registró este año una treintena de heridos, dos de ellos de consideración, a raíz de los disparos de petardos y aglomeración de gente con que concluyen las fiestas falleras.El joven de quince años Francisco Benavent González, residente en Campanal, barriada del cinturón urbano, perdió la vista en un ojo al hacer explosión junto a su rostro un petardo lanzado por un grupo de jóvenes.

La identidad de los causantes de la grave lesión, al parecer no se conoce, ya que son innumerables las personas que ...

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La popular nit del foc (noche del fuego) de Valencia, la noche del día de San José, registró este año una treintena de heridos, dos de ellos de consideración, a raíz de los disparos de petardos y aglomeración de gente con que concluyen las fiestas falleras.El joven de quince años Francisco Benavent González, residente en Campanal, barriada del cinturón urbano, perdió la vista en un ojo al hacer explosión junto a su rostro un petardo lanzado por un grupo de jóvenes.

La identidad de los causantes de la grave lesión, al parecer no se conoce, ya que son innumerables las personas que durante los cuatro días de las fallas lanzan entre la gente en la calle petardos, provocando las consiguientes carreras de las personas atemorizadas. Este uso de tracas y petardos, sin ningún tipo de control, forma parte de la animación callejera de las fiestas.

Por su parte, Pilar Bovedia Relaña, de 56 años, de Zaragoza, hubo de ser intervenida quirúrgicamente al desplomarse sobre su cabeza una marquesina de parada de autobuses, sobre la que se habían subido varios jóvenes para divisar la quema del avión Concorde, figura central este año de la falla de la plaza del País Valenciano. Tampoco se ha podido saber la identidad de los causantes del accidente.

Los restantes heridos registrados lo fueron por quemaduras en las plantas de los pies, piernas y manos, por la explosión también de petardos. Todos ellos fueron curados en la posta sanitaria que la Policía Municipal tenía instalada junto a la plaza.

Pese al peligro evidente que supone la incalculable aglomeración de personas en la plaza principal de Valencia para ver el disparo de los fuegos artificiales y la combustión de la falla, la fiesta suele acabar en paz. No obstante, se registraron víctimas en 1971, ya que una carga no ascendió, al mojar la lluvia la pólvora, y fue a explosionar entre la gente.

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