Cartas al director

Los desfasados alquileres

Hay numerosos españoles entrados en la tercera edad, llamados y bien llamados, pobres vergonzantes, que, por aparecer como propietarios de casas hechas hace treinta o más años, no tienen derecho a percibir auxilios sociales o estatales. Desde hace algún tiempo se viene mejorando (no lo suficiente) las atenciones a los de esa llamada tercera edad; no entrando, por los motivos ya señalados, los antes también señalados pobres vergonzantes.¿Qué se espera para darle curso a la ley nueva de alquileres, engavetada hace algún tiempo, la cual actualizaría esos alquileres inamovibles desde hace más de t...

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Hay numerosos españoles entrados en la tercera edad, llamados y bien llamados, pobres vergonzantes, que, por aparecer como propietarios de casas hechas hace treinta o más años, no tienen derecho a percibir auxilios sociales o estatales. Desde hace algún tiempo se viene mejorando (no lo suficiente) las atenciones a los de esa llamada tercera edad; no entrando, por los motivos ya señalados, los antes también señalados pobres vergonzantes.¿Qué se espera para darle curso a la ley nueva de alquileres, engavetada hace algún tiempo, la cual actualizaría esos alquileres inamovibles desde hace más de treinta años, lo que resolvería, si no total, sí en parte, la economía en sus últimos años de vida de esos, repito, pobres vergonzantes, indefensos totalmente por no tener sociedades que los representen y defiendan, ni fuerzas por falta de salud y años encima?

La existencia de bajos comerciales superexplotados y viviendas con alquileres de hace. veinte o más años tiene un solo nombre: robo autorizado, tanto a propietarios como igualmente al erario público y, con otros calificativos que un señor jurista pudiera añadirles, entre ellos atentado contra un grupo de agonizantes españoles en sus últimos días de existencia en este bien llamado valle de lágrimas.

En esa nueva ley quedan amparados los inquilinos pobres, pagando la diferencia o demasía de alquiler fijado el Estado, o sea, el erario público, y no un solo español (el propietario), como injustamente está siendo hasta ahora./

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