Los medios de comunicación, principales impulsores de la cultura psicoanalítica

«Sí, como frecuentemente sucede, los trabajadores sociales se hacen excesivas ilusiones acerca de las posibilidades de utilizar métodos de diagnóstico y de terapia derivados de la teoría psicoanalítica, con toda seguridad se van a enfrentar a desilusiones y a un profundo sentimiento de impotencia». Con estas palabras inició su conferencia el doctor Roberto Speziale-Bagliacca, profesor de Psicopatología en la Universidad de Génova, en el Colegio Mayor Isabel la Católica, de Madrid, dentro de la jornada de trabajo que se celebró en el mismo sobre el tema «ldeología y conducta», organizada por el...

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«Sí, como frecuentemente sucede, los trabajadores sociales se hacen excesivas ilusiones acerca de las posibilidades de utilizar métodos de diagnóstico y de terapia derivados de la teoría psicoanalítica, con toda seguridad se van a enfrentar a desilusiones y a un profundo sentimiento de impotencia». Con estas palabras inició su conferencia el doctor Roberto Speziale-Bagliacca, profesor de Psicopatología en la Universidad de Génova, en el Colegio Mayor Isabel la Católica, de Madrid, dentro de la jornada de trabajo que se celebró en el mismo sobre el tema «ldeología y conducta», organizada por el Instituto de Psicoterapia del Niño y el Adolescente.

El doctor Speziale es miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional, fundada por Freud y autor de algunas obras esclarecedoras sobre la percepción psicoanalítica.Para el profesor Speziale-Bagliacca, en el mundo de hoy asistimos a un fenómeno contradictorio y nuevo en la historia de esta ciencia, la enorme difusión de una cierta aunque superficial cultura psicoanalítica, debida fundamentalmente a los medios de comunicación social, mientras, por otra parte, aumenta, la resistencia por parte de la intelectualización.

Existe otro escollo a superar, en opinión del psicoanalista italiano, para todos aquellos trabajadores sociales que quieran realizar concienzudamente su tarea, y es la necesidad de estar al día, de conocer todos los cambios que se operan en una teoría que, como la psicología, que trata de la personalidad y, desde luego, el psicoanálisis, están en continuo desarrollo. Y puesto que no existen, teorías definitivas, «quien piensa haber alcanzado certezas válidas para siempre se arriesga a no hacer ciencia, sino a encontrarse prisionero de la ideología».

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