OTAN, éjercito y partidos

La integración plena de España en los espacios institucionales de Occidente, los civiles y los militares, habrá de tener, cuando se produzca, una doble virtualidad, un doble efecto, en los espacios civiles y en los espacios militares de nuestra patria. Los episodios cruciales del 23 y del 24 de febrero han operado, como reacción, consecuencias favorables para el destino occidental de nuestra democracia, tanto en extensión, hacia afuera, como hacia adentro en profundidad. El Parlamento Europeo urge a los medios ejecutivos y a los medios decisorios de las Comunidades que se active el proceso de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La integración plena de España en los espacios institucionales de Occidente, los civiles y los militares, habrá de tener, cuando se produzca, una doble virtualidad, un doble efecto, en los espacios civiles y en los espacios militares de nuestra patria. Los episodios cruciales del 23 y del 24 de febrero han operado, como reacción, consecuencias favorables para el destino occidental de nuestra democracia, tanto en extensión, hacia afuera, como hacia adentro en profundidad. El Parlamento Europeo urge a los medios ejecutivos y a los medios decisorios de las Comunidades que se active el proceso de incorporación de España; los mismos motivos aducidos en este ámbito parlamentario de fa unidad europea sirven, bien que dirigidos en este caso a los partidos políticos españoles, para que se opere la entrada de nuestra nación en la Organización Militar del Tratado del Atlántico Norte.Respecto de este último punto es conveniente, sin embargo, entrar en un doble género de consideraciones. Se refiere el primero a la actitud reticente en que nuestra izquierda parlamentaria se mantie.ne ante el tema de la OTAN. ¿Pueden a estas alturas los partidos de izquierda sin sospechable dependencia del exterior mantenerse en la misma posición en que estuvieron hasta el 23 de febrero? Nos parece muy claro, habiéndonos cansado de reiterarlo, que ahora menos que nunca resulta posible plantear nuestro enganche desde la óptica en que la izquierda se mantuvo hasta el presente: sí a la entrada en la CEE; no al ingreso en la OTAN. Esto, que siempre nos pareció dialécticamente insostenible, lo vemos ahora, sobre precario, arriesgado y peligroso de una manera especial. Pero esto pertenece ya al segundo género de consideraciones que quisiéramos exponer en este comentario.(...)

12 de marzo

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En