El Gobierno mantiene la ley de Divorcio y proyecta una nueva sobre el uso de la bandera
El envío a las Cortes de un futuro proyecto de ley sobre el uso de la bandera nacional y el mantenimiento de la ley de Divorcio en los trámites parlamentarios pendientes fueron dos de las decisiones adoptadas ayer por el Gobierno, según manifestó su presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, en una conferencia de Prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros celebrada ayer.
Calvo Sotelo se esforzó en infundir optimismo a la opinión pública y aseguró que se siente presidente de un Gobierno «en democracia vigilante, más que en democracia vigilada». El Gobierno acordó el aumento d...
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El envío a las Cortes de un futuro proyecto de ley sobre el uso de la bandera nacional y el mantenimiento de la ley de Divorcio en los trámites parlamentarios pendientes fueron dos de las decisiones adoptadas ayer por el Gobierno, según manifestó su presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, en una conferencia de Prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros celebrada ayer.
Calvo Sotelo se esforzó en infundir optimismo a la opinión pública y aseguró que se siente presidente de un Gobierno «en democracia vigilante, más que en democracia vigilada». El Gobierno acordó el aumento de las tarifas telefónicas, nombró veintinueve nuevos cargos públicos y aprobó seis ascensos al generalato y dos a contralmirante.El presidente del Gobierno se situó, solo, en el centro de una larga mesa, a cuya esquina derecha se sentaba el nuevo secretario de Estado para la Información, Ignacio Aguirre. Unas cortinas grises y la bandera de España a la espalda del presidente servían de decorado a la conferencia de Prensa, en la que Calvo Sotelo, ante los micrófonos y un sencillo florero con cuatro rosas rojas, respondió, casi siempre con laconismo, a las numerosas preguntas de los informadores.
En un clima destacadamente diferente del habitual en la Moncloa durante la etapa Suárez, Calvo Sotelo anunció la pequeña reestructuración administrativa realizada como consecuencia de la reducción de ministerios y los nombramientos efectuados, «los menos posibles», dijo. Manifestó que había sido un Consejo de Ministros normal, «tan normal que hemos acordado el aumento de las tarifas telefónicas».
El presidente del Gobierno valoró el intento de golpe de Estado como una acción «minoritaria y localizada, en el contexto de unas Fuerzas Armadas leales a la Corona, a la Constitución y a la libertad», y estimó que, aunque históricos, se trata «muy probablemente de hechos episódicos». Consideró positivos los contactos con líderes políticos y autonómicos y reafirmó la estabilidad de su Gobierno monocolor.
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Leopoldo Calvo Sotelo destaca "la excelente disposición al diálogo" de los líderes políticos
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El presidente del Gobierno declaró que tenía previsto continuar las entrevistas con los líderes políticos la próxima semana. Por el momento, según dijo, ha encontrado «una excelente disposición al diálogo en los temas de Estado, que están por encima de los partidos, como la democratización del Estado, la seguridad ciudadana, la lucha contra el terrorismo y la construcción del Estado autonómico». Descartó el Gobierno de coalición para lo que queda de legislatura y rechazó asimismo cualquier posible intervención militar en el País Y asco.
Calvo Sotelo anunció la formación, en el seno del Gobierno, de una comisión de ministros que estudia una serie de medidas legislativas, a través de la tipificación de determinadas figuras delictivas, en el Código Penal, En materia autonómica, manifestó su deseo de continuar adelante «con rigor y continuidad», pero evitando siempre que el Estado quede reducido a «un almacén de competencias residuales». Valoró positivamente la posición de los presidentes de los Gobiernos vasco y catalán, y asimismo la llamada a la responsabilidad realizada por Miguel Roca mediante la propuesta de un pacto institucional para defender la democracia.
Negó que hubieran existido condiciones externas impuestas para no formar un Gobierno de coalición, y justificó la rápida formación de su Gobierno en la necesidad de evitar el vacío de poder en pocas horas. Sobre posibilidades futuras de un Gobierno de coalición, afirmó: «En este momento, en el horizonte no hay ningún Gobierno de coalición. Mi Gobierno no es provisional ni de interregno, tiene la vocación de agotar el plazo que le corresponde, esto es, hasta el final de la legislatura».
Preguntado sobre la influencia del ambiente de los cuarteles en la actuación del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo manifestó que «todo político debe tomar decisiones teniendo en cuenta la situación en que se halla. No existe ningún condicionamiento por parte de los medios militares. Además, quiero señalar que mi Gobierno es el primero, desde hace 45 años, en el que no se sienta ningún militar». Sin embargo, preguntado sobre las razones de la oposición gubernamental a la proposición de ley de la mayoría de los grupos parlamentarlos sobre amnistía a los militares de la Unión Militar Democrática (UMD), respondió que se deben a «inoportunidad política» de tal proposición en estos momentos.
Calvo Sotelo negó que su Gobierno tenga en proyecto congelar los salarios durante los dos próximos años, reafirmó su deseo de dialogar con las centrales sindicales, en especial sobre el paro, y estimó probable una próxima subida de los precios de los productos petrolíferos, como consecuencia del alza del dólar respecto a la peseta. Anunció que este tema figura en el orden del día de la próxima comisión delegada del Gobierno para asuntos económicos.
El presidente del Gobierno reafirmó también su negativa a negociar con ETA; su propósito de luchar contra el terrorismo, incluido el de ultraderecha, y la subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil en los términos que establece la Constitución. Señaló que cualquier apoyo a los golpistas será hecho saber al fiscal general del Estado.