Suárez evita en Washington un encuentro con Haig

A mitad entre lo turístico y lo político, el ex presidente del Gobierno español Adolfo Suárez aprovechó su estancia en Washington para una conversación privada con Richard Allen, asesor del presidente Ronald Reagan en temas de seguridad, en el curso de la cena ofrecida en su honor por el embajador de España en EE UU, José Lladó, y evitó un encuentro con Alexander Haig, secretario de Estado norteamericano y ex comandante en jefe de la OTAN.

Las informaciones del desarrollo de la cena en la embajada, único acto político de Suárez en Washington, proceden de segunda mano, ante la discri...

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A mitad entre lo turístico y lo político, el ex presidente del Gobierno español Adolfo Suárez aprovechó su estancia en Washington para una conversación privada con Richard Allen, asesor del presidente Ronald Reagan en temas de seguridad, en el curso de la cena ofrecida en su honor por el embajador de España en EE UU, José Lladó, y evitó un encuentro con Alexander Haig, secretario de Estado norteamericano y ex comandante en jefe de la OTAN.

Las informaciones del desarrollo de la cena en la embajada, único acto político de Suárez en Washington, proceden de segunda mano, ante la discriminación de la Embajada de España en Washington, que consideró oportuno invitar a un solo corresponsal de un diario madrileño, marginando al resto de los corresponsales españoles acreditados en EE UU.

Por otra parte, entre los invitados no figuraba ninguna alta personalidad del Departamento de Estado. Tampoco llegó a cristalizar una eventual entrevista entre Adolfo Suárez y Alexander Haig, a pesar de cierta confusión creada al Figurar entre las previsiones de las visitas a Haig, según la agencia de noticias UPI, una entrevista que debía haberse celebrado ayer por la tarde en Washington.

Todo parece indicar que el expresidente Adolfo Suárez, molesto y preocupado, al parecer, por las apreciaciones de Haig que en pleno intento de golpe de Estado en España consideró inicialmente el tema como «un asunto interno» de los españoles, contribuyó, de alguna forma, a que Suárez «esquivara» el contacto con Haig.

Richard Allen, hombre clave en asuntos de política exterior en la Casa Blanca, dialogó tranquilamente durante un largo rato con el ex presidente, Suárez en los salones de la Embajada de España.

Allen brindó también por las relaciones EE UU-España, «que cada vez serán mejores».

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