Hunosa inicia las obras de reprofundización del pozo "Barredo"

El comienzo, anteayer, de las obras de profundización del pozo Barredo de la cuenca minera del río Caudal, de Hunosa, tiene como finalidad bajar la caña (agujero) dos plantas más para alcanzar un yacimiento de cuatro millones de toneladas brutas de carbón (dos millones después de lavadas). Esta operación era absolutamente imprescindible para mantener la explotación, ante el agotamiento del campo actual, que arrojaba, además, un elevado componente de cenizas.

El 11 de diciembre de 1980, el presidente de Hunosa, José Manuel Fernández Felgueroso, anunció en una conferencia de Prensa la...

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El comienzo, anteayer, de las obras de profundización del pozo Barredo de la cuenca minera del río Caudal, de Hunosa, tiene como finalidad bajar la caña (agujero) dos plantas más para alcanzar un yacimiento de cuatro millones de toneladas brutas de carbón (dos millones después de lavadas). Esta operación era absolutamente imprescindible para mantener la explotación, ante el agotamiento del campo actual, que arrojaba, además, un elevado componente de cenizas.

El 11 de diciembre de 1980, el presidente de Hunosa, José Manuel Fernández Felgueroso, anunció en una conferencia de Prensa la clausura del Barredo durante 1981, debido a sus malos resultados. Su rendimiento había pasado de 1.124 kilos por jornal, en 1974, a 781, en 1980.Coincidiendo con la amenaza de cierre se produjo una importante recuperación; en los últimos siete años el rendimiento había descendido en un 30,5 %, mientras el coste de la mano de obra se multiplicaba por cinco, y el de la tonelada de carbón lavada se multiplicaba por 4,8. Fernández Felgueros ojustificó, además, la decisión del cierre en la posibilidad de explotar el nuevo yacimiento desde Minas de Figaredo, explotación recientemente integrada en el sector público.

Junto a las versiones oficiales, ha trascendido otra que apunta a la exigencia formulada por el Instituto Nacional de Industria, único accionista de la empresa, al presidente de Hunosa de cerrar un pozo, sin indicarle cuál de ellos, como castigo ejemplar a los mineros por los malos resultados del ejercicio pasado. En él, las pérdidas fueron del orden de los 18.000 millones de pesetas, teniendo en cuenta la subvención al carbón siderúrgico, cantidad que deberá ser reducida a 16.000 millones al término de 1983, según los objetivos fijados por la Administración en el trienio 1981-1983 para la sociedad hullera pública.

Parlamentarios socialistas y comunistas presentaron sendas preguntas al Gobierno a través de la Mesa del Congreso, en defensa de la continuidad de las obras de profundización de Barredo, en las que ya habían sido invertidos 72 millones de pesetas. Un informe relativo al plan general de Barredo, realizado en 1979, considera ese pozo como uno de los mejores ante su previsible evolución, tanto en los parámetros técnicos como económicos. El citado informe estima que sus resultados pueden mejorar en un 46%.

Barredo tiene una plantilla de 732 trabajadores y actualmente produce unas mil toneladas brutas diarias, lo que puede suponer unas 250.000 anuales. Las reservas del nuevo yacimiento permiten, pues, una explotación durante dieciséis años. La exigencia de la reprofundización de Barredo y un adelanto a cuenta del convenio colectivo fueron las condiciones exigidas por los sindicatos para sentarse a negociar el plan trienal de reconversión de Hunosa dirigido a reducir en 1984 a 9.450 pesetas el coste por la tonelada de carbón extraída. La dirección de la empresa nacional hullera hizo estas dos concesiones y ayer continuó las conversaciones con las centrales sindicales presentes en el tema.

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