Nuevo jefe del Ejército portugués
El general Nuno Viriato Melo Egidio sucederá al presidente Ramalho Eanes en el más alto cargo de la jerarquía militar portuguesa, Según se anunció oficialmente ayer, cumpliendo la promesa formulada durante la campaña electoral para la presidencia y el acuerdo establecido al respecto con el Partido Socialista, el presidente Eanes ha renunciado a acumular sus funciones de jefe del Estado, el más alto lugar jerárquico del Ejército portugués, nombrando para estas últimas funciones al hasta ahora gobernador de Macao, territorio chino bajo administración portuguesa.Melo Egidio ha proseguido su carre...
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El general Nuno Viriato Melo Egidio sucederá al presidente Ramalho Eanes en el más alto cargo de la jerarquía militar portuguesa, Según se anunció oficialmente ayer, cumpliendo la promesa formulada durante la campaña electoral para la presidencia y el acuerdo establecido al respecto con el Partido Socialista, el presidente Eanes ha renunciado a acumular sus funciones de jefe del Estado, el más alto lugar jerárquico del Ejército portugués, nombrando para estas últimas funciones al hasta ahora gobernador de Macao, territorio chino bajo administración portuguesa.Melo Egidio ha proseguido su carrera normal después del 25 de abril de 1974. En dos ocasiones colaboró directamente con el general Eanes en el Estado Mayor General, antes y después de ser nombrado vicejefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra. Era gobernador de Macao desde enero de 1979.
El general Altino de Magalhaes debe permanecer en las funciones que ejerce como vicejefe del Estado Mayor hasta abril, fecha en que sustituirá al general Galvao de Figuereido en la presidencia del Tribunal Supremo militar que pasa a la situación «b» por alcanzar el límite de edad. El próximo vicejefe del Estado Mayor sería el general Oliveira Rodrigues, actual gobernador militar de Lisboa.
Otros dos colaboradores directos del general Eanes van a ocupar funciones importantes: en la dirección del Instituto de Altos Estudios Militares -que se encarga de la formación de los oficiales superiores- y en la jefatura de la región militar de Lisboa.
Estos cambios en la jerarquía militar son denunciados con insistencia por la Prensa progubernamental y de derechas, que acusa a Eanes de intentar controlar el Ejército para poder alcanzar sus objetivos políticos personales.
Los mismos periódicos subrayan que, mientras los oficiales fieles al jefe del Estado son promovidos, otros que estuvieron ligados al Gobierno son alejados.