ECOLOGIA

Cincuenta toneladas de pienso para alimentar a las aves de Doñana

Un total de 50.000 kilogramos de pienso especial para aves fueron enviados ayer al Parque Nacional de Doñana con destino a la alimentación de los miles de ansares que se encuentran en peligro de muerte a consecuencia de la prolongada sequía, que ha terminado con las raíces que aseguran su nutrición ordinaria. Una cantidad semejante será suministrada durante los próximos días con el mismo objetivo, según informaciones de la Delegación Provincial de Agricultura.De acuerdo con las mismas fuentes, la urgencia de estos envíos de pienso se debe a que las aves habrán de realizar su emigración anual a...

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Un total de 50.000 kilogramos de pienso especial para aves fueron enviados ayer al Parque Nacional de Doñana con destino a la alimentación de los miles de ansares que se encuentran en peligro de muerte a consecuencia de la prolongada sequía, que ha terminado con las raíces que aseguran su nutrición ordinaria. Una cantidad semejante será suministrada durante los próximos días con el mismo objetivo, según informaciones de la Delegación Provincial de Agricultura.De acuerdo con las mismas fuentes, la urgencia de estos envíos de pienso se debe a que las aves habrán de realizar su emigración anual al norte de Europa dentro de unos veinte días, lo que se haría imposible en caso de persistir su actual estado de desnutrición y carencia absoluta de reservas. Por el contrario, el problema del agua aparece resuelto tras la apertura de pozo s llevada a cabo a raíz de la sequía de 1976.

Animales amenazados de inanición

Esta opinión es contradicha por un portavoz del grupo ecologista Andalus (Sociedad para la Superviviencia de la Naturaleza de Andalucía Occidental), que explicó ayer a EL PAIS que las adversas condiciones climatológicas sólo han venido a agravar la falta de agua que sufre Doñana de sus tradicionales aportes, al haberse desviado fuera del parque los arroyos y brazos del río Guadiamar que anteriormente lo abastecían. Se recuerda, asimismo, que en octubre de 1980 el Guadiamar estuvo a punto de desbordarse, sin que una sola gota de su caudal pudiese entrar en el parque.

Para Andalus, cientos de miles de aves y gran cantidad de mamíferos están amenazados de muerte por inanición a causa de la sequía, en contra de las declaraciones tranquilizadoras hechas por el conservador de Doñana, Gumersiendo Borrero (véase EL PAIS 24 de enero). Y a la carencia de agua hay que añadir la acción de los cazadores furtivos que acosan a los animales en los escasos lugares, próximos al parque, que disponen de agua y alimento. La citada entidad ecologista llega a proponer, por último, la implantación de un período de veda excepcional para las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva en tanto continue la sequía.

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