Tribuna:

Escaso significado del índice

Si alguna vez se ha hablado, y con razón, de las «trampas» a las que puede inducir la simple aceptación de las diferencias del índice general como indicador de la salud del mercado, la jornada de ayer presentó uno de los más claros ejemplos al respecto.Las 29 centésimas de avance del indicador general de la Bolsa de Madrid hacen pensar en una sesión entonada, en la que las partidas compradoras se encontraron en discreta superioridad frente a las vendedoras. La realidad distó notablemente de este análisis.

Las opciones vendedoras se mostraron siempre en clara superioridad frente a las es...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Si alguna vez se ha hablado, y con razón, de las «trampas» a las que puede inducir la simple aceptación de las diferencias del índice general como indicador de la salud del mercado, la jornada de ayer presentó uno de los más claros ejemplos al respecto.Las 29 centésimas de avance del indicador general de la Bolsa de Madrid hacen pensar en una sesión entonada, en la que las partidas compradoras se encontraron en discreta superioridad frente a las vendedoras. La realidad distó notablemente de este análisis.

Las opciones vendedoras se mostraron siempre en clara superioridad frente a las escasas posturas compradoras, que, en cualquier caso, actuaron siempre replegándose y a la defensiva. Así se pasó de una demanda casi indiscriminada de valores bancarios en la sesión del martes a un neto predominio de las posturas vendedoras en los valores del sector durante la jornada de ayer. Sólo el Popular escapaba a este análisis simple y tenía un número de acciones -que algunos estimaban en torno a los 20.000 títulos a la compra- cómo para justificar su mejora de siete puntos, que, por otra parte, era exactamente la que le recomendaba el diabólico mecanismo de la «caja». El resto de los valores del grupo también se apuntó al carro de las mejoras. En unos casos, por problemas de ranking bursátil -como el Santander-, y en otros, sencillamente porque después de haber anunciado los pagos de sus dividendos para el próximo día 26 no consideraron presentable aceptar bajas en sus cotizaciones.

Archivado En