RELIGION

El nuevo nuncio no pertenece al Opus Dei, según el cardenal Tarancón

«Los obispos catalanes pueden estar tranquilos con respecto al Opus», manifestó anteanoche, en Lérida, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal Española, en el curso de una conferencia de Prensa.

«El Opus», manifestó Tarancón, «es una organización de Iglesia que hace cosas buenas y cosas malas, con la que no todos han de estar de acuerdo, aunque haya quienes lo estén. No creo que el Opus tenga una preponderancia excesiva. Tiene muchos medios, y eso le da una imagen de mayor incidencia».

Sobre la existencia de un posible reforzamiento del ...

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«Los obispos catalanes pueden estar tranquilos con respecto al Opus», manifestó anteanoche, en Lérida, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal Española, en el curso de una conferencia de Prensa.

«El Opus», manifestó Tarancón, «es una organización de Iglesia que hace cosas buenas y cosas malas, con la que no todos han de estar de acuerdo, aunque haya quienes lo estén. No creo que el Opus tenga una preponderancia excesiva. Tiene muchos medios, y eso le da una imagen de mayor incidencia».

Sobre la existencia de un posible reforzamiento del Opus en España, tras el nombramiento del nuncio Innocenti, el presidente de la Conferencia Episcopal manifestó: «Innocenti no es del Opus, como algún sector ha interpretado. No tiene relación alguna con esta organización, aunque tampoco nada sobre ella. La sustitución de Dadaglio no tuvo otra finalidad que la de evitar mover muchas piezas».

El cardenal Enrique y Tarancón se refirió también a la posibilidad de una renuncia del obispo de Seu d'Urgell como copríncipe de Andorra. «El copríncipe episcopal», dijo, «sólo debe dimitir por razones poderosas y por mandato de las autoridades superiores».

Sobre el tema del divorcio, el cardenal se limitó a repetir sus conocidas opiniones sobre el tema. «El divorcio», explicó, «es un mal social, aunque también lo es un matrimonio roto. Son los gobernantes quienes deben decidir».

Tarancón manifestó su preocupación por la actitud de la facción integrista del clero, a la que acusó de crear conflictos en el seno de la Iglesia española, la cual durante el año 1980, según su valoración, ha encontrado un clima de mayor moderación. «Algunos, valiéndose de circunstancias internas», dijo, «quieren revalorizar aquello del Estado católico y de la unidad católica».

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