La Navidad se celebró en Belén bajo un masivo despliegue militar israelí
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Las ceremonias de Navidad empezaron en Belén, el miércoles a mediodía, con el tradicional desfile encabezado por el patriarca latino de Jerusalén, Jacobo Beltritti. El Ejército israelí instaló, dentro y alrededor de la ciudad, un dispositivo de seguridad sin precedentes desde 1967, aseguran los habitantes de Belén.
«El Ejército israelí nos ocupa nuevamente hoy», declaró un concejal de la ciudad árabe de Belén señalando con el dedo a los soldados israelíes omnipresentes en la ciudad de 25.000 habitantes. Se les ve incluso en los tejados y en el cielo», añadió, mostrando un helicópter...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Las ceremonias de Navidad empezaron en Belén, el miércoles a mediodía, con el tradicional desfile encabezado por el patriarca latino de Jerusalén, Jacobo Beltritti. El Ejército israelí instaló, dentro y alrededor de la ciudad, un dispositivo de seguridad sin precedentes desde 1967, aseguran los habitantes de Belén.
«El Ejército israelí nos ocupa nuevamente hoy», declaró un concejal de la ciudad árabe de Belén señalando con el dedo a los soldados israelíes omnipresentes en la ciudad de 25.000 habitantes. Se les ve incluso en los tejados y en el cielo», añadió, mostrando un helicóptero que sobrevoló la ciudad durante toda la ceremonia, hasta que el cortejo penetró en la iglesia de la Natividad.
Un militar israelí, encargado de registrar metódicamente todos los vehículos que entraban en la ciudad, afirmó: «Los ojos del mundo entero están puestos en Belén, el menor incidente tendría unas repercusiones incalculables y por eso tenernos que vigilar que todo se desarrolle con tranquilidad».
A la entrada de Belén el cortejo, procedente del monasterio de Mar-Elías, fue solemnemente recibido por los consejos municipales de las ciudades árabes cristianas de Belén y Beth-Diala.
El patriarca, Jacobo Beltritti, escoltado por hombres a caballo y acompañado por un largo cortejo de vehículos donde se encontraban los concejales, se dirigió a la plaza de la Natividad a través de las calles de la ciudad abarrotadas de público estrechamente vigilado circunstancia que el primer teniente de alcalde, George Hazbaun, aprovechó para interpretar como una demostración de que «al cielo no le gusta ver Belén ocupada durante su principal fiesta, Navidad. Esperamos», añadió, «que de aquí a las próximas Navidades nuestros votos para una paz justa y duradera se realizarán, y un Estado palestino dirigido por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) existirá».