La liberalización del sistema financiero atraviesa un período de transición

La constatación de que la liberalización del sistema financiero atraviesa por un período de transición o paralización, y la necesidad de que se proceda a una reforma gradual del mismo, son dos de las conclusiones previas entresacadas ayer en una mesa redonda celebrada en Madrid, en la que se estudió también el «tamaño y la eficiencia del sector público».

«Algunos economistas esperan demasiado de la liberalización y algunos empresarios temen demasiado a la liberalización», afirmó ayer Leopoldo Calvo Sotelo, vicepresidente para Asuntos Económicos, en la inauguración de una mesa redonda qu...

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La constatación de que la liberalización del sistema financiero atraviesa por un período de transición o paralización, y la necesidad de que se proceda a una reforma gradual del mismo, son dos de las conclusiones previas entresacadas ayer en una mesa redonda celebrada en Madrid, en la que se estudió también el «tamaño y la eficiencia del sector público».

«Algunos economistas esperan demasiado de la liberalización y algunos empresarios temen demasiado a la liberalización», afirmó ayer Leopoldo Calvo Sotelo, vicepresidente para Asuntos Económicos, en la inauguración de una mesa redonda que, bajo el título «La economía de mercado y los problemas españoles», ha organizado conjuntamente la Fundación para la Investigación Económica y Social de la Confederación Española de Cajas de Ahorros y el Instituto de Economía de Mercado.«La economía de mercado ha sido», continuó Leopoldo Calvo Sotelo, «y sigue siendo probablemente en España más un objetivo o una referencia que una realidad plena».

Al referirse a la liberalización del sistema financiero, tema desarrollado posteriormente en ponencia por Juan José Toribio, el vicepresidente del Gobierno manifestó que, en su opinión, «el sistema financiero necesita una ordenación que debe llegarle a través de una mayor libertad, pero no exclusivamente a través de ella».

El profesor Fuentes Quintana, en la presentación de la mesa redonda, abordó uno de los temas de debate, el tamaño y la eficiencia del sector público, del que indicó que era «un problema fácil de reconocer, pero difícil de abordar».

Juan José Toribio, director del servicio de estudios del Banco Urquijo, enfocó el tema de la liberalización del sistema financiero español bajo la perspectiva de que el proceso «iniciado a principios de la década de los setenta atraviesa en la actualidad por un período de transición. Es más: dicho proceso parece estar detenido desde los primeros meses de 1979, habiendo experimentado un leve retroceso desde entonces en algunos aspectos». Después de enfocar el proceso desde el punto de vista de las distintas instituciones financieras (Banco de España, Tesoro público, crédito oficial, banca, cajas de ahorro y mercados de valores), concluyó que la reforma del mismo ha de ser gradual, si bien este gradualismo no debe conducir jamás a un deterioro del ritmo liberalizador, cercano a la paralización absoluta.

Rafael Termes, presidente de la Asociación de la Banca Española, intervino como ponente para indicar que la liberalización del sistema Financiero es algo más que la sola liberalización de los tipos de interés, y sentenció que «hoy el principal perturbador del sistema financiero es el Estado».

López de Letona, presidente de Seopan, intervino en el coloquio para apoyar a los bancos en sus protestas por la existencia de circuitos financieros privilegiados, la competencia desleal que ofrecen las emisiones de deuda pública del Tesoro y para sugerir un cambio de expectativas de tal manera que «iniciar un negocio sea ya negocio».

El director del Instituto de Economía de Mercado, Pedro Schwartz, desarrolló la ponencia «Tamaño y eficiencia del sector público», afirmando que no se puede saber cuál deba ser su tamaño por la necesidad de tener en cuenta la diversa intervención en la economía de los poderes públicos.

Para medir la importancia del sector público, Pedro Schwartz buscó la relación que existe entre las prestaciones del mismo y el producto interior bruto, a precios de mercado. «Dichas prestaciones han pasado», afirmó, «de representar una cantidad equivalente al 19,5 %del PIB en 1966, al 29,3 % del PIB en 1977, lo que supone un aumento de casi diez puntos».

Respecto al gasto público, Pedro Schwartz afirmó que está creciendo a un ritmo cada vez más elevado «Es más: lo está haciendo por encima de lo que crece el PIB en términos monetarios, lo que quiere decir que la participación del sector público en la economía española es cada vez mayor. Lo que no parece ser cada día más notable es la eficiencia de su actuación».

La mesa redonda finaliza hoy con el tratamiento de la «Reconversión industrial y economía de mercado».

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