Penas de quince años de prisión a los procesados en el juicio de Pau

ENVIADO ESPECIAL

El jurado del tribunal de Pau (Francia) que ha juzgado desde el martes a cuatro personas, por su presunta participación en el atentado que costó la vida al refugiado vasco Justo Elizarán, el 13 de septiembre de 1979, en Biarritz, condenó a Marc Obadia, Jean Claude Ruiz y Maxime Szonek a quince años de prisión mayor, y a Heriry Berges, a siete años. Los dos primeros fueron declarados culpables de homicidio voluntario con premeditación. Szonek, de complicidad con los anteriores, posesión y transporte ilegal de armas. Berges, de complicidad. A los cuatro se les reconoc...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

ENVIADO ESPECIAL

El jurado del tribunal de Pau (Francia) que ha juzgado desde el martes a cuatro personas, por su presunta participación en el atentado que costó la vida al refugiado vasco Justo Elizarán, el 13 de septiembre de 1979, en Biarritz, condenó a Marc Obadia, Jean Claude Ruiz y Maxime Szonek a quince años de prisión mayor, y a Heriry Berges, a siete años. Los dos primeros fueron declarados culpables de homicidio voluntario con premeditación. Szonek, de complicidad con los anteriores, posesión y transporte ilegal de armas. Berges, de complicidad. A los cuatro se les reconoció, también, un delito de asociación paya delinquir.

El jurado estableció el veredicto y determinó las penas por mayoría de votos. Apreció en todos los casos circunstancias atenuantes, sin que se conozcan cuáles, ya que en el sistema judicial francés la sentencia sólo incluye respuestas afirmativas o negativas a preguntas muy concretas, sin otra explicación.

En todo caso, las penas fueron consideradas ayer en Pau como «muy fuertes». Los pronósticos de varios periodistas franceses que habían seguido el juicio se quedaban, en su mayoría, muy por debajo. El jurado, sin duda, atendió la petición del fiscal y de la acusación particular para que se aplicara un castigo ejemplar.

Pero si el proceso ha resultado un serio aviso para quienes forman parte de comandos contra los refugiados y quienes los envían, no ha aclarado definitivamente ciertos puntos oscuros. Los cuatro acusados se fueron hacia la prisión sin desvelar su secreto. Según el comisario Bardon, de la Policía Judicial, de Burdeos -verdadero motor de este proceso-, los que ocuparon el banquillo «no son más que la parte visible del iceberg, la más pequeña.»

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En