Tribuna:

Euforia compradora

La fiebre compradora con la que los operadotes iniciaron sus tareas en la mañana de ayer, y que en algunos casos llegó a presentar rasgos de paranoia, fue cediendo a medida que avanzaba la sesión, para terminar transformada an una notable mayoría de posturas vendedoras, consecuencia lógica de las importantes alzas que se habían producido, fundamentalmente en el sector eléctrico.Numerosos asistentes habituales a las reuniones bursátiles contemplaban con asombro cómo se llegaban a pagar los cupones de FECSA a nueve pesetas, o las acciones de Iberduero al 64% en el mercado madrileño, sobre todo c...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La fiebre compradora con la que los operadotes iniciaron sus tareas en la mañana de ayer, y que en algunos casos llegó a presentar rasgos de paranoia, fue cediendo a medida que avanzaba la sesión, para terminar transformada an una notable mayoría de posturas vendedoras, consecuencia lógica de las importantes alzas que se habían producido, fundamentalmente en el sector eléctrico.Numerosos asistentes habituales a las reuniones bursátiles contemplaban con asombro cómo se llegaban a pagar los cupones de FECSA a nueve pesetas, o las acciones de Iberduero al 64% en el mercado madrileño, sobre todo cuando las previsiones que se realizaban hace pocas sesiones auguraban un negro porvenir a los derechos.

La realidad es que la presencia de un nutrido grupo de órdenes compradoras cogió desprevenidos a los propios «cuidadores» de estos valores, quienes, dando muestras de una gran presencia de ánimo, se repusieron rápidamente, y se dedicaron a proporcionar ellos mismos buena parte de los cupones que se demandaban. En paralelo se producía una fluida y próspera negociación entre los distintos mercados, mediante operaciones de arbitraje, que aprovechaban las estimables diferencias existentes en los cambios.

La falta de los tradicionales vendedores institucionales ha sido la razón que ha justificado estas subidas, pero al cierre ha sido suplantada por quienes opinan que con un cupón de Hidrola, por poner un ejemplo, a 7,75 pesetas, lo mejor que se puede hacer es venderlo.

Archivado En