Se inicia en Pau el juicio por el asesinato de Elizarrán

Con la designación de los siete vecinos del departamento de los Pirineos atlánticos que formarán parte del jurado encargado de establecer, junto a un magistrado, la culpabilidad o la inocencia de los acusados, dio comienzo ayer en Pau (Francia) el juicio contra los cinco miembro del comando que asesinó en Biarritz, en septiembre de 1979, al refugiado Justo Elizarrán Periko. Alcanzado por siete balazos, que le destrozaron la espina dorsal y los pulmones, Elizarrán murió tras luchar contra la muerte durante veintidós días.

En el banquillo se sentarán sólo cuatro de los presunto...

Con la designación de los siete vecinos del departamento de los Pirineos atlánticos que formarán parte del jurado encargado de establecer, junto a un magistrado, la culpabilidad o la inocencia de los acusados, dio comienzo ayer en Pau (Francia) el juicio contra los cinco miembro del comando que asesinó en Biarritz, en septiembre de 1979, al refugiado Justo Elizarrán Periko. Alcanzado por siete balazos, que le destrozaron la espina dorsal y los pulmones, Elizarrán murió tras luchar contra la muerte durante veintidós días.

En el banquillo se sentarán sólo cuatro de los presuntos integrantes del «comando anti-ETA», dos de ellos acusados de homicidio voluntario y los otros dos de complicidad. El quinto, Jacques Ebassa, de cuarenta años, se encuentra huido.

Justo Elizarrán, nacido en San Sebastián, en 1955, estaba casado y tenía dos hijos. Había huido en diciembre de 1973 a Francia, donde disponía de permiso de residencia y carné de trabajo. Su nombre aparecía en la redacción que estableció el Ministerio del Interior español, ocho meses antes del atentado que le costó la vida, con la identidad de 127 militantes de ETA refugiados en Francia. En el juicio de Pau, los abogados Maurice Abeberry y Cristiane Pando, ambos de Bayona, representan a la acusación privada, en nombre de la viuda y de los dos hijos de Justo Elizarrán.