Don Juan Carlos media en el conflicto entre Gabón y Guinea Ecuatorial

La bolsa de petróleo sita en el mar próximo a la frontera de Gabón con Guinea Ecuatorial ha constituido el punto central y más delicado del diálogo político hispano-gabonés, que se inició ayer en la capital de este país, con motivo de la visita oficial que los Reyes de España realizan a Gabón desde el pasado domingo.

España tiene una deuda con Gabón y una preocupación pendiente. La deuda está en la actitud política proespañola que adoptó este país en la Organización para la Unidad Africana (OUA), con motivo de los embates argelinos sobre la africanidad de las islas Canarias. El presiden...

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La bolsa de petróleo sita en el mar próximo a la frontera de Gabón con Guinea Ecuatorial ha constituido el punto central y más delicado del diálogo político hispano-gabonés, que se inició ayer en la capital de este país, con motivo de la visita oficial que los Reyes de España realizan a Gabón desde el pasado domingo.

España tiene una deuda con Gabón y una preocupación pendiente. La deuda está en la actitud política proespañola que adoptó este país en la Organización para la Unidad Africana (OUA), con motivo de los embates argelinos sobre la africanidad de las islas Canarias. El presidente Omar Bongo, un personaje curioso y déspota, ocupaba por entonces la presidencia de la OUA en vísperas de la cumbre de Jartum, donde surgió el debate de Canarias y donde Bongo, en alianza con El Numeyri, capeó el temporal ayudado por otros países africanos. Con este motivo, el presidente Bongo se convirtió en 1977 en el primer jefe de Estado africano que pisó tierra española en la etapa democrática. Y con este motivo, y con la preocupación mencionada que se llama Guinea Ecuatorial, se justifica el viaje de los Reyes de España a Gabón.La preocupación española tiene muchos y sobrados motivos, ahora que la cooperación con este país guineano va a alcanzar cotas próximas a los 2.000 millones de pesetas el año próximo, en favor de la consolidación del régimen de Teodoro Obiang y de la renovación de la presencia española en estas latitudes que fueron colonia años atrás, antes de Macías Nguema.

Por todo ello, interesa a España, de especial manera, que los países vecinos, como Camerún y Gabón -objetivos de la visita real-, mantengan relaciones buenas y cooperen y ayuden a Teodoro Obiang. Hasta ahora en Camerún las cosas fueron más o menos bien, y aunque el régimen del presidente Ahidjo es prudente y deseconfiado del futuro inmediato de Guinea Ecuatorial, parece ser que tras la etapa real se abren perspectivas de una mejora de relaciones entre Yaunde y Malabo. Por el contrario, las relaciones de Gabón con Guinea Ecuatorial son malas y tienen difícil solución, por causa del petróleo, como anunciamos al principio de esta crónica.

Los presidentes guineanos malos negociadores

En una rápida sintésis del contencioso está la firma de un leonino tratado que el pícaro presidente Bongo, con la ayuda de Francia (único país europeo que hace cinco años tenía representación en Malabo) hizo firmar en 1974 al dictador Macías. Pero la historia no acaba ahí. El pasado año, y tras una generosa fiesta íntima en Libreville, el presidente Teodoro Obiang parece que volvió a caer en la trampa de Bongo y ratificó la historia de Macías, aunque luego dijo que no firmó nada o que la firma no tiene valor alguno, mientras Bongo dice que sí, sobre todo ahora que han descendido sensiblemente sus reservas de petróleo en todo un derroche de los últimos años para aumentar, entre otras cosas, su peso en la OPEP.Y aquí está el nudo gordiano del viaje. El Rey de España, buen amigo de Guinea Ecuatorial, y en especial del presidente Teodoro, que admira al monarca español, quiere echarle, una vez más, una mano para salir del embrollo y para que recupere lo que le pertenece. El monarca ha intercedido por unas más buenas y claras relaciones entre ambos países y no descarta la participación de España en proyectos importantes de cooperación triangular (por ejemplo, en empresas de frigoríficos de pesca) para suavizar y reconciliar el ambiente.

Este contencioso aparte, hay que señalar que los ministros de Asuntos Exteriores de España y Gabón, Pérez-Llorca y Martín Bongo, han esbozado campos posibles de cooperación comercial y económica, como el famoso tren de Bongo, el tansgabonais, para el que siempre pide ayuda en pos de la explotación de la selva. Se habló también de la situación política de Africa y, en especial, del caos imperante en Chad.

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Acogida popular

Estos temas fueron abordados también por el Rey en su diálogo con el presidente Bongo. Tanto el Monarca como la Reina han sido muy bien acogidos en este país. En el aeropuerto recibieron el pasado domingo una multitudinaria recepción con cantos folklóricos, banderas y camisetas con la imagen de los dos presidentes. En los cantos se incluyeron, por la sección femenina de este país, que domina la presidenta de Bongo, ritmos de salsa con letras españolas de bienvenida a don Juan Carlos y doña Sofía. El mismo domingo hubo cena de gala con discursos oficiales -el presidente Bongo quiere que Suárez venga a este país, al igual que Teodoro Obiang, que le espera desde hace un año-, y el Rey aprovechó la ocasión para destacar la riqueza natural y la cordialidad del pueblo gabonés. Ayer, los Reyes visitaron la reserva de animales de Wonga Wongue y por la tarde ofrecieron una recepción a la colonia española, donde la Reina anunció que le habían regalado un pequeño elefante. Hoy, los Monarcas se trasladarán a la localidad de Fransville, última etapa de esta visita.

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