El plan siderúrgico, estancado en su aspecto financiero

El plan de reestructuración de la siderurgia integral, elaborado por el Gobierno encuentra el primer obstáculo serio en la oposición de la banca privada a aceptar las condiciones de la Administración para amortizar los créditos concedidos a las empresas del sector, en concreto a Altos Hornos de Vizcaya. Esta primera dificultad se centra en la negativa del Banco de Vizcaya a modificar las condiciones de amortización de los créditos.De esta manera, el primer objetivo del plan siderúrgico, que persigue el saneamiento financiero de las tres empresas que integran el sector, se encuentra a la espera...

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El plan de reestructuración de la siderurgia integral, elaborado por el Gobierno encuentra el primer obstáculo serio en la oposición de la banca privada a aceptar las condiciones de la Administración para amortizar los créditos concedidos a las empresas del sector, en concreto a Altos Hornos de Vizcaya. Esta primera dificultad se centra en la negativa del Banco de Vizcaya a modificar las condiciones de amortización de los créditos.De esta manera, el primer objetivo del plan siderúrgico, que persigue el saneamiento financiero de las tres empresas que integran el sector, se encuentra a la espera de la negociación que mantienen al más alto nivel el Ministerio de Industria y el Banco de Vizcaya.

De los 22.000 millones de pesetas que, según medios bancarios, totaliza la deuda de Altos Hornos de Vizcaya con la banca privada -frente a los 16.000 millones que a este capítulo adjudica el plan elaborado por el Gobierno-, 5.500 millones corresponden al riesgo contraído por el Banco de Vizcaya, otros 5.500 millones afectan al Banco de Bilbao, y 4.000 millones de piesetas es el crédito del que es acreedor el Banco Urquijo.

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