Los trabajadores de Crimidesa aceptan las propuestas del mediador

Los trabajadores en huelga de la mina Crimidesa han aceptado en votación secreta, tras seis horas de asamblea, la propuesta hecha por el mediador en el conflicto Carlos Niharra. Falta ahora que se pronuncie la empresa al respecto para saber si siguen o no las negociaciones que pondrán fin a doscientos días de conflicto laboral.

La noche del martes, en vista de que no se llegaba a un acuerdo entre las partes, el secretario general de la Inspección de Trabajo, en un último intento de que el conflicto no entrase en un punto muerto, propuso una solución intermedia que constaba de cuatro...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los trabajadores en huelga de la mina Crimidesa han aceptado en votación secreta, tras seis horas de asamblea, la propuesta hecha por el mediador en el conflicto Carlos Niharra. Falta ahora que se pronuncie la empresa al respecto para saber si siguen o no las negociaciones que pondrán fin a doscientos días de conflicto laboral.

La noche del martes, en vista de que no se llegaba a un acuerdo entre las partes, el secretario general de la Inspección de Trabajo, en un último intento de que el conflicto no entrase en un punto muerto, propuso una solución intermedia que constaba de cuatro puntos que fueron modificados posteriormente. La reunión, celebrada en el Gobierno Civil, y que terminó a la 1.30, empezó con unas posturas radicales por parte de la empresa y los representantes de los trabajadores. Crimidesa planteaba, a través de su asesor, que de los treinta despedidos aceptados por la Magistratura de Trabajo a veintiséis les volvería a hacer un nuevo contrato de trabajo si lo solicitaban, y los cuatro restantes, más otros cinco, quedaban definitivamente despedidos: ocho de ellos, por haber tenido una actuación destacada durante el secuestro del 28 de octubre, y uno, por haber proferido insultos graves al directivo Javier Plantalamor.

El tema económico, a segundo plano

Los trabajadores, por otro lado, no pasaban por ningún despido. El tema económico, que había sido el origen de la huelga, quedaba ya en un segundo plano, y en esto las posturas eran más suaves. Concretamente la propuesta de Niharra era: desconvocatoria de la huelga y comienzo del trabajo, salvo los nueve trabajadores relacionados por la empresa; el segundo punto era la negociación de un convenio con vigencia hasta abril de 1981 (en la primera propuesta se añadía «con un incremento del 12,5%», que se retiró a propuesta de la empresa); tercero, que, dada la situación de la mina, parada desde hace siete meses, considerar, en su caso, la posibilidad de iniciar un expediente de regulación de empleo con suspensión temporal de contratos de trabajo, y cuarto, que posteriormente, dentro del marco de la negociación de un nuevo convenio en abril del próximo año, compromiso de reconsiderar todos los temas pendientes, incluidos los despidos en trámite, a la vista de la situación de normalidad productiva. Este último punto era el que planteaba problemas de aceptación por parte de la empresa.

Aceptación sorpresa

En la asamblea celebrada a puerta cerrada en la mañana de ayer en Cerezo de Riotirón, a la que asistieron la práctica totalidad de los huelguistas, sorprendentemente se aceptaron todos los puntos antes citados. Sorprendente fue la palabra exacta que utilizó el secretario provincial de CC OO para calificar el acuerdo, ya que al término de la reunión celebrada en el Gobierno Civil esto parecía prácticamente imposible, debido a la trayectoria del conflicto. La asamblea de trabajadores no ha querido facilitar los números exactos de votos emitidos a favor y en contra.

Archivado En