Cartas al director

El Angelus

Aplaudo y hago mía la carta que, bajo el epígrafe de Adoctrinamiento, y firmada por José A. Aguirre, de Logroño, publicó EL PAIS el día 30 pasado.No cabe duda de que ese anacrónico rezo cotidiano del Angelus, al mediodía, se contradice con nuestra Constitución aconfesional, amén de con una dinámica social que hace ya mucho tiempo volvió, afortunadamente, las espaldas a una concepción clericalista de nuestra sociedad. Pero hay más y más serio. Esa reiterativa y machacona invocación a María, que, como artículo en conserva, visiblemente (o audiblemente) deteriorada se nos obliga a soportar...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Aplaudo y hago mía la carta que, bajo el epígrafe de Adoctrinamiento, y firmada por José A. Aguirre, de Logroño, publicó EL PAIS el día 30 pasado.No cabe duda de que ese anacrónico rezo cotidiano del Angelus, al mediodía, se contradice con nuestra Constitución aconfesional, amén de con una dinámica social que hace ya mucho tiempo volvió, afortunadamente, las espaldas a una concepción clericalista de nuestra sociedad. Pero hay más y más serio. Esa reiterativa y machacona invocación a María, que, como artículo en conserva, visiblemente (o audiblemente) deteriorada se nos obliga a soportar cada día, hiere y ofende en su fe a multitud de personas, también cristianas, cuyos credos rechazan tajantemente las connotaciones teológicas que allí se evocan. Y no hay derecho a ello.

Son muchos los miles de protestantes españoles que creen ya llegada la hora de que se pongan de una vez las cosas en su sitio. Cada cual a su Iglesia, y la Constitución en la de todos./

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En