Cardenal Tarancón: "En el sínodo ha quedado claro que la llamada familia tradicional no tiene futuro"

El cardenal arzobispo de Madrid, Vicente Enrique y Tarancón, pronunció anoche una conferencia en la iglesia española de Montserrat.Con mucha gracia, y con esa libertad de espíritu que caracteriza al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Tarancón hizo una especie de confesión. Dijo que había venido a este sínodo con una «cierta desilusión y cansancio», ya que es uno de los pocos obispos del mundo que ha asistido, hasta ahora, a todos los sínodos. Dijo el cardenal que eso de pasarse otra vez un mes en Roma «con clases por la mañana y por la tarde, como los niños de escuela», le dolía ...

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El cardenal arzobispo de Madrid, Vicente Enrique y Tarancón, pronunció anoche una conferencia en la iglesia española de Montserrat.Con mucha gracia, y con esa libertad de espíritu que caracteriza al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Tarancón hizo una especie de confesión. Dijo que había venido a este sínodo con una «cierta desilusión y cansancio», ya que es uno de los pocos obispos del mundo que ha asistido, hasta ahora, a todos los sínodos. Dijo el cardenal que eso de pasarse otra vez un mes en Roma «con clases por la mañana y por la tarde, como los niños de escuela», le dolía un poco.

Pero en seguida añadió que este sínodo le «ha enseñado mucho», a él y a todos los obispos. «Fue para nosotros un gran impacto, como un aldabonazo, el enfrentarnos con la realidad de la familia de hay. Una realidad, si se quiere, desagradable, pero verdadera». Y es que, al parecer, los problemas no se han ocultado durante el sínodo: «Alguien temía al principio», dijo el arzobispo de Madrid, con mucha sinceridad, «que esta vez la gran personalidad de Juan Pablo II hubiese podido condicionar el debate. Pero no fue así. Existió la más absoluta libertad de expresión, como en los sínodos de Pablo VI».

Según Tarancón, del sínodo ha quedado claro que «la llamada familia tradicional está profundamente en crisis y no tiene futuro». «Por eso», dijo, «se plantea el grave problema de presentar otro tipo de familia que sea también conforme con el Evangelio, pero que, al mismo tiempo, sirva para estos hombres de hoy, que viven en un mundo secularizado».

Otro punto es el hecho de que muchos católicos se acogen en todo el mundo a la ley civil del divorcio y se vuelven a casar: «Va a ocurrir pronto en España», añadió Tarancón, «ya que, como van las cosas, la ley del divorcio se va a aprobar». El sínodo se ha planteado el grave problema: «Rechazar a estos cristianos no se puede; aceptarlos plenamente, tampoco». Se ha hablado de gradualidad, y eso es ya abrir una puerta para resolver el problema.

Según el cardenal, el mensaje que esta mañana dará el sínodo a todas las familias del mundo «será una desilusión, porque no tiene garra. Hubiese sido mejor», dijo, «publicar el texto del sínodo: no comprendo por qué debe quedar secreto».

Y, por lo que se refiere a la espiritualidad de la familia, a Tarancón le ha impresionado mucho el que el sínodo haya insistido en que hay que empezar en la formación por las virtudes naturales sobre las que se fundan las religiosas.

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