Los socialistas portugueses proponen un consenso para afianzar la democracia

A cinco días del fin de la campaña electoral portuguesa, los socialistas anunciaron su programa de gobierno con la proposición a sus adversarios de «un pacto para garantizar la estabilidad y la consolidación de la democracia portuguesa».El programa que el Frente Republicano y Socialista (FRS) se propone llevar adelante si consigue la victoria electoral el 5 de octubre es muy completo: en setenta páginas, y bajo el título de «Garantizar el futuro y gobernar para todos», los socialistas y sus aliados presentan un largo abanico de propuestas de ley que abarca prácticamente todos los sectores de l...

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A cinco días del fin de la campaña electoral portuguesa, los socialistas anunciaron su programa de gobierno con la proposición a sus adversarios de «un pacto para garantizar la estabilidad y la consolidación de la democracia portuguesa».El programa que el Frente Republicano y Socialista (FRS) se propone llevar adelante si consigue la victoria electoral el 5 de octubre es muy completo: en setenta páginas, y bajo el título de «Garantizar el futuro y gobernar para todos», los socialistas y sus aliados presentan un largo abanico de propuestas de ley que abarca prácticamente todos los sectores de la vida portuguesa.

De todos los aspectos, es la política social la que merece mayor atención y el programa del FRS sonará, en este caso, algo familiar para el público español: prioridad absoluta a la lucha contra el paro, con la dinamización de una política de desarrollo (crecimiento máximo del 5 % anual), incentivos a las empresas públicas y privadas para la creación de puestos de trabajo, lanzamiento de un programa de empleo para los jóvenes, crecimiento inmediato de los salarios de un 4% a un 5% superior al ritmo actual de la subida de los precios.

Sin prejuzgar los efectos prácticos de la campaña electoral, los propios adversarios del PS reconocen que la gira norteña de Mario Soares, la manifestación de Oporto y los más recientes mítines electorales del FRS han sido un gran éxito, de allí que Mario Soares empiece a soñar en una posible victoria.

El domingo, en Oporto, propuso a Alianza Democrática y al partido comunista un «pacto para garantizar la estabilidad y la consolidación de la democracia», y prometió oponerse a cualquier tipo de persecuciones revanchistas.

El optimismo socialista no hace mella en la seguridad con que Alianza Democrática prevé su victoria de octubre. Sa Carneiro prometió a sus partidarios en el Alentejo volver al día siguiente de las elecciones para proceder a nuevas distribuciones de tierras. El semanario Expresso reveló, en su edición del sábado, que en el último Consejo de Ministros había decidido que el Gobierno no presentaría su dimisión después del escrutinio si Alianza Democrática mantuviese su mayoría parlamentaria.

Alianza Democrática, con razón o sin ella, está más preocupada por las eventuales abstenciones, dejando así entender que un fenómeno, nunca,muy importante en Portugal, como la indecisión y el retraimiento electoral podría esta vez perjudicarla en vez de afectar, como en diciembre pasado, al electorado socialista.

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