Los ferroviarios de la República Democrática Alemana en Berlín quieren sindicatos libres

Los 3.700 empleados de Berlín Occidental que trabajan para los ferrocarriles de la República Democrática Alemana, en el servicio entre los dos sectores de la antigua capital germana, iniciaron el pasado miércoles una huelga para reclamar la constitución de unos sindicatos libres independientes de los sindicatos germano-orientales a los que están afiliados. Los ferroviarios solicitan, además, un incremento salarial, cuatro días más de vacaciones y una disminución de las horas trabajadas. Los huelguistas, en su mayor parte integrantes del Partido Comunista de Berlín Oeste, han anunciado que, «co...

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Los 3.700 empleados de Berlín Occidental que trabajan para los ferrocarriles de la República Democrática Alemana, en el servicio entre los dos sectores de la antigua capital germana, iniciaron el pasado miércoles una huelga para reclamar la constitución de unos sindicatos libres independientes de los sindicatos germano-orientales a los que están afiliados. Los ferroviarios solicitan, además, un incremento salarial, cuatro días más de vacaciones y una disminución de las horas trabajadas. Los huelguistas, en su mayor parte integrantes del Partido Comunista de Berlín Oeste, han anunciado que, «como en Polonia», no se reintegrarán a sus puestos de trabajo hasta ver satisfechas sus reivindicaciones. Es precisamente el paralelismo existente con los sucesos de Polonia lo que llama la atención de los observadores sobre esta «extraña» huelga.

La Confederación de los Sindicatos Libres (FDGB) de la República Democrática Alemana aconsejó ayer tarde que, «con urgencia», se proceda a iniciar negociaciones entre los empleados berlineses occidentales de los ferrocarriles de la RDA y el Gobierno germano-oriental, con el fin de superar la grave crisis.El Gobierno de Berlín Oriental conminó también ayer a los huelguistas para que se incorporen inmediatamente a sus puestos si no quieren ser despedidos.

En la RDA se teme que la actitud de los ferroviarios sea la temida chispa que ponga en marcha un mecanismo similar al que precipitó la crisis social de Polonia, en una dirección peligrosa para el sistema de la RDA, menos dispuesto que el Gobierno y el Partido Obrero Unificado Polaco a otorgar concesiones sindicales.

La mayoría de los huelguistas, residentes en Berlín Oeste, pertenecen, sin embargo, a los sindicatos de la RDA y reciben su sueldo de Berlín Oriental. Su pertenencia a un partido comunista, en buena medida dependiente del de la RDA, hace pensar que podría cundir en la FDGB la actitud de los huelguistas, que fundamentalmente piden mejoras paralelas a las conquistadas por los trabajadores polacos: aumento salarial de 160 marcos mensuales (alegan para ello que vienen percibiendo unos quinientos marcos menos que los ferroviarios de la RFA), posibilidad de elegir médico en caso de enfermedad, cuatro días más de vacaciones y, según un sector de los huelguistas, mayor libertad de gestión sindical, además de seguridad del puesto de trabajo.

No es la primera vez que se declaran en paro los ferroviarios del S-Bahn (ferrocarriles de la RDA), domiciliados en Berlín Oeste. En 1949, la huelga de 14.500 trabajadores de este sector estatal -y los ferrocarriles son la mayor empresa de transportes de la RDA- lograron que se les abonase la mayor parte de su sueldo en marcos occidentales, con mayor capacidad adquisitiva que el marco oriental.

El alcalde-gobernador, Dietrich Stobbe, socialdemócrata, manifestó ayer que ve «con simpatía» la actitud de los huelguistas y que espera que se llegue a un acuerdo entre los trabajadores y, la dirección del S-Balín. La agencia oficial de noticias de la RDA, ADN, enjuiciaba ayer la situación desde otro punto de vista, no exento de inquietud: calificaba la huelga como «provocación irresponsable» a cuenta de «elementos movidos ocultamente», y advertía que «las consecuencias de estas provocaciones deben ser consideradas por cada uno en particular».

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