Woolworth Española presenta expediente de crisis

La empresa Woolworth Española, SA, presentó ayer expediente de crisis ante la Dirección General de Trabajo, al contabilizar unas pérdidas acumuladas próximas a los trescientos millones de pesetas, según los resultados de una auditoría que demuestran la falta de viabilidad de la empresa.Según informó a la Prensa el asesor jurídico de la sociedad, José Serrano Carvajal, se abre ahora un período de negociaciones con los sindicatos para fijar las indemnizaciones a los 585 trabajadores que integraban la plantilla del grupo, que serán hechas efectivas en el plazo legal de 45 días. Con arreglo a la l...

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La empresa Woolworth Española, SA, presentó ayer expediente de crisis ante la Dirección General de Trabajo, al contabilizar unas pérdidas acumuladas próximas a los trescientos millones de pesetas, según los resultados de una auditoría que demuestran la falta de viabilidad de la empresa.Según informó a la Prensa el asesor jurídico de la sociedad, José Serrano Carvajal, se abre ahora un período de negociaciones con los sindicatos para fijar las indemnizaciones a los 585 trabajadores que integraban la plantilla del grupo, que serán hechas efectivas en el plazo legal de 45 días. Con arreglo a la legislación, corresponde una indemnización por trabajador equivalente a veinte días de salario por año trabajado, con un máximo de doce meses; en función de que la plantilla de la empresa es joven, se calcula que el importe global de las indemnizaciones se sitúa en torno a los cien millones de pesetas.

Aseguró el señor Serrano que Woolworth cierra sus trece años de vida empresarial con un déficit próximo a los trescientos millones. «Exceptuados los ejercicios económicos de 1973-1974-1975», dijo, «los restantes balances anuales arrojaron pérdidas, lo que motivó un fuerte endeudamiento financiero».

«El cierre de los establecimientos Woolworth», añadió, «es consecuencia de las características de la crisis económica, que repercute de manera especial en la venta de productos textiles, ropas, etcétera. Las ventas permanecen estancadas y, sin embargo, los gastos generales han ido aumentando de manera espectacular en los últimos años. La sociedad llegó a poseer once tiendas, pero hoy sólo tiene sucursales abiertas en Madrid, Santander, Alicante, Palma de Mallorca, Málaga, Granada y Córdoba. Trabajan en ellas 585 personas, la mayoría de ellas mujeres».

Según el señor Serrano, las pérdidas han ido mermando progresiva y alarmantemente el patrimonio. «Hemos decidido el cierre antes de agotar íntegramente ese patrimonio para salvaguardar», dijo, «los legítimos derechos de los trabajadores y hacer posible as! el pago de las indemnizaciones».

En este sentido, la empresa ha mostrado su voluntad de aceptar cualquier fórmula decidida por los trabajadores, dentro de la legalidad vigente. En el comité de empresa está representada mayoritariamente la central UGT.

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