Las reservas exteriores aumentaron en mas de 500 millones de dólares en julio

Por tercer mes consecutivo, la reserva de divisas del Banco de España experimentó un crecimiento durante el pasado mes de julio. El aumento fue de 501 millones de dólares, el más alto de los cuatro meses en que se ha registrado incremento, ya que en otros tres (febrero, marzo y abril) se registraron disminuciones de cierta entidad.Al finalizar el mes de julio, la reserva exterior se cifraba en 12.884,5 millones de dólares, cifra que aún queda por debajo del nivel correspondiente a diciembre pasado, en 232,1 millones de dólares.

El superávit del mes de julio se debe fundamentalmente a la...

Por tercer mes consecutivo, la reserva de divisas del Banco de España experimentó un crecimiento durante el pasado mes de julio. El aumento fue de 501 millones de dólares, el más alto de los cuatro meses en que se ha registrado incremento, ya que en otros tres (febrero, marzo y abril) se registraron disminuciones de cierta entidad.Al finalizar el mes de julio, la reserva exterior se cifraba en 12.884,5 millones de dólares, cifra que aún queda por debajo del nivel correspondiente a diciembre pasado, en 232,1 millones de dólares.

El superávit del mes de julio se debe fundamentalmente a las entradas de divisas procedentes del turismo, como es tradicional a lo largo de los dos meses de temporada alta. Gracias a la recuperación experimentada por la reserva de divisas en los tres últimos meses, se ha podido contener la sangría producida en los tres meses de principios de año, durante dos de los cuales (febrero y marzo) la perdida de reservas fue superior a los 600 millones de dólares mensuales.

Durante los siete primeros meses del año pasado, la evolución de las reservas de divisas del Banco de España había sido totalmente opuesta, ya que en dicha fecha se contabilizaba una ganancia acumulada de 2.372 millones de dólares, frente a la pérdida de 232,1 millones de dólares en el mismo período de este año.

En medios relacionados con el sector exterior se pone de manifiesto la discrepancia existente entre la constante caída de la cotización de la peseta y esta aparente fortaleza del sector exterior.