Presunto drogadicto gravemente herido al caerse de un tercer piso

Un hombre, que decía ser perseguido por la policía y que solicitaba cobijo en una casa de vecindad, se desplomó desde un tercer piso, tratar de penetrar en él descolgándose por la cañería de un patio interior. Se cree que padecía un síndrome de abstinencia provocado por drogas y que huía bajo sus efectos sin que nadie le persiguiera. Padece heridas muy graves, de las que está siendo asistido en el hospital militar Gómez Ulla.Los, vecinos de la casa número 2 de la calle de la Abejuela, en Carabanchel Bajo, se alarmaron ayer, por la mañana, al escuchar un fuerte alboroto en los accesos al edific...

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Un hombre, que decía ser perseguido por la policía y que solicitaba cobijo en una casa de vecindad, se desplomó desde un tercer piso, tratar de penetrar en él descolgándose por la cañería de un patio interior. Se cree que padecía un síndrome de abstinencia provocado por drogas y que huía bajo sus efectos sin que nadie le persiguiera. Padece heridas muy graves, de las que está siendo asistido en el hospital militar Gómez Ulla.Los, vecinos de la casa número 2 de la calle de la Abejuela, en Carabanchel Bajo, se alarmaron ayer, por la mañana, al escuchar un fuerte alboroto en los accesos al edificio. Un hombre joven, en estado de gran excitación, decía ser perseguido por la policía y buscar refugio en uno de los pisos.

Ante la sospecha de que se tratase de algún delincuente peligroso, los vecinos se negaron a ocultarle. A pesar de todo, el supuesto fugitivo logró ascender hasta el cuarto piso y, a través de una cañería de un patio interior, trató de descolgarse hasta. el tercero, que en ese momento estaba vacío. Al llegar a la altura de este piso, perdió pie y cayó al patio.

A consecuencia de la caída, sufrió fractura de cráneo, con salida de masa encefálica, y fue trasladado al hospital Gómez Ulla, en el que los médicos certificaron que su estado es crítico. Según informaciones policiales, su nombre es Julio Arroyo, tiene veintiséis años y presenta un elevado número de pinchazos de aguja en los brazos. Se estima que pudo actuar bajo los efectos del síndrome de abstinencia.

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