Cartas al director

Periodismo veraniego

Aunque he sentido en muchas ocasiones la intención o vanidad de escribir una carta al director de EL PAIS, siempre, a la postre, he pensado que mejor me estaba quieto. Sin embargo, no he podido permanecer en esta actitud cuando empiezo a ver, como cada verano, que el número de páginas de los periódicos, los anuncios y las informaciones descienden de una forma increíble, hasta el punto que llegan a parecer simples panfletos de los de antes. Yo comprendo que cuando no pasa casi nada será muy difícil escribir un periódico, pero, si es tan cierto que no ocurre nada durante los meses veraniegos, ¿n...

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Aunque he sentido en muchas ocasiones la intención o vanidad de escribir una carta al director de EL PAIS, siempre, a la postre, he pensado que mejor me estaba quieto. Sin embargo, no he podido permanecer en esta actitud cuando empiezo a ver, como cada verano, que el número de páginas de los periódicos, los anuncios y las informaciones descienden de una forma increíble, hasta el punto que llegan a parecer simples panfletos de los de antes. Yo comprendo que cuando no pasa casi nada será muy difícil escribir un periódico, pero, si es tan cierto que no ocurre nada durante los meses veraniegos, ¿no sería interesante dedicar este tiempo a informes generales, temas más sencillos y llevaderos que los que a lo largo de todos los días del año nos vemos obligados a leer en la Prensa? ¿No se podría hacer un periodismo más humano y sencillo estos días? ¿No se pueden dedicar las páginas que el resto del año llena la información política a publicar libros por entregas, artículos literarios, críticas de los lugares de veraneo, etcétera? De esta forma, uno, cuando se acerca al quiosco, no creería que está pagando mucho más de lo que el periódico le da./

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