Aburrimiento, para variar
La abulia no acaba de abandonar el mercado bursátil. La cortedad de negocio y el aburrimiento volvieron a caracterizar, ayer, la jornada bursátil en Madrid, Barcelona y Bilbao. El gesto aislado de algún banco o alguna empresa de alimentación, dentro de los límites de la timidez, explican las ligeras variaciones de los índices.En Madrid, las letras volvieron a protagonizar lo poco bueno de la sesión. La banca Morgan ha entrado fuerte en este mercado, mientras que Banesto cede protagonismo en este terreno. Las químicas se sostuvieron, los monopolios acusaron la baja de Telefónica y las eléctrica...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La abulia no acaba de abandonar el mercado bursátil. La cortedad de negocio y el aburrimiento volvieron a caracterizar, ayer, la jornada bursátil en Madrid, Barcelona y Bilbao. El gesto aislado de algún banco o alguna empresa de alimentación, dentro de los límites de la timidez, explican las ligeras variaciones de los índices.En Madrid, las letras volvieron a protagonizar lo poco bueno de la sesión. La banca Morgan ha entrado fuerte en este mercado, mientras que Banesto cede protagonismo en este terreno. Las químicas se sostuvieron, los monopolios acusaron la baja de Telefónica y las eléctricas pasaron inadvertidas, como queriendo hacer olvidar la última subida de tarifas. El índice general cayó en 0,11, situándose en 103,79.
En Barcelona predominaron ligeramente los tanteos compradores sobre una oferta bastante retraída. Bancos y eléctricas se defendieron, mientras que los sectores industriales mostraban una mayor debilidad. El sector textil y el papelero continúan prácticamente inactivos, registrando únicamente repeticiones de cambio en los valores negociados del grupo. El índice general asciende 0,24 para situarse en 99,97.
En Bilbao se asistió a la misma película. Cortedad en el negocio, irregularidad en los valores bancarios, mucho papel y algunas pérdidas en el grupo eléctrico.
La larga vacación del puente de Santiago y los umbrales vacacionales de agosto podrían explicar, si a lo largo del año hubiera habido más ritmo en las contrataciones, este letargo bursátil. Pero no queda ni ese recurso.