El "error" del convento de los paúles de Hortaleza

En el barrio de Hortaleza existe desde hace muchos años un convento regido por padres paúles. El terreno ocupado por el edificio, destinado parcialmente a seminario, tiene una extensión de 7.523 metros cuadrados. A su alrededor, una extensa zona sin edificar completa la parcela hasta los 53.567 metros cuadrados que tiene en total.Antiguamente, la mayor parte del terreno estaba destinado a ser cultivado por los propios frailes, que tenían en la huerta una buena parte de su sustento. Pero, poco a poco, el convento de los paúles, como es conocido en el barrio, fue cambiando su estructura. Primero...

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En el barrio de Hortaleza existe desde hace muchos años un convento regido por padres paúles. El terreno ocupado por el edificio, destinado parcialmente a seminario, tiene una extensión de 7.523 metros cuadrados. A su alrededor, una extensa zona sin edificar completa la parcela hasta los 53.567 metros cuadrados que tiene en total.Antiguamente, la mayor parte del terreno estaba destinado a ser cultivado por los propios frailes, que tenían en la huerta una buena parte de su sustento. Pero, poco a poco, el convento de los paúles, como es conocido en el barrio, fue cambiando su estructura. Primero, en 1972, fue la reconversión de parte del edificio en centro escolar, donde, con el nombre de Santa María de la Asunción, cursan sus estudios trescientos alumnos de BUP y COU. Un campo de fútbol, una piscina y algunas pistas polideportivas ocuparon parte de lo que antes era huerta.

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Después, una buena parte del suelo sin edificar tuvo como destino el almacenaje de vehículos que una importante empresa dedicada a la fabricación de ellos no tenía donde meter. Entre las rentas producidas por el colegio y el alquiler que, seguramente, cobraban a la fábrica de coches por su almacenaje, los padres paúles no tuvieron ya necesidad de cultivar su huerta y ésta fue perdiendo su uso. Hoy, sólo una mínima parte de la antigua huerta permanece cultivada.

Una huerta edificable

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Pero el plan general de 1963, no se sabe exactamente por qué razones, ignoró la existencia del convento y calificó el terreno ocupado por éste y por su huerta como edificable, en edificación abierta, con una densidad de 1,11 metros cuadrados por metro cuadrado. El error -la lotería- hizo que, lo que como convento no tenía ninguna expectativa de producir beneficios a gran escala, se revalorizara extraordinariamente.

Aunque el plan especial intentó la conservación del convento, lo cierto es que el plan general sigue atribuyendo unos usos y unas densidades y resulta extraordinariamente difícil negar su aprovechamiento a sus dueños, estos es, a los padres paúles.

Y lo que tenía que pasar, pasó. Hace unas cuantas semanas, los padres paúles presentaron un estudio de detalle por el que pretenden desarrollar las previsiones que el plan general de 1963 hace con respecto a su parcela de 53.567 metros cuadrados, en Hortaleza.

Según el proyecto presentado -que, en principio, parece ser no debe tener la configuración de estudio de detalle, sino de plan parcial-, los padres paúles quieren aumentar la capacidad de¡ colegio hasta las mil plazas escolares a base de ampliar el edificio central hoy existente. Pero para poder realizar ese proyecto, dicen, necesitan dinero. Para ello, nada mejor que enajenar el resto de¡ suelo, la huerta, y convertirlo en una promoción inmobiliaria.

Caso de que el proyecto fuera aprobado -y sólo lo puede impedir la culminación de la revisión del plan general- en lo que hoy es todavía huerta se construirían trece bloques, con una altura máxima de catorce plantas, que albergarían del orden de 450 nuevas viviendas.

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