Cartas al director

Sobre catedráticos

Sufro depresiones y Carlos Castilla del Pino me ha tratado. Poco, unas siete entrevistas personales, siempre con mi marido delante, así que no ya psicoanálisis, sino siquiera psicoterapia. No me ha curado, pero ha conseguido algo más que yo, dejando de lado mi poderoso super ego que me había dado mi familia y la sociedad en que vivía, ahora sea yo. Yo libre, ser político y social, conociendo mis muchas limitaciones y con recaídas, con la angustia de la vejez y un amor patológico a la muerte; por ahora no estoy bien, pero sé que lo voy a conseguir.Mi familia más íntima ha reac...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Sufro depresiones y Carlos Castilla del Pino me ha tratado. Poco, unas siete entrevistas personales, siempre con mi marido delante, así que no ya psicoanálisis, sino siquiera psicoterapia. No me ha curado, pero ha conseguido algo más que yo, dejando de lado mi poderoso super ego que me había dado mi familia y la sociedad en que vivía, ahora sea yo. Yo libre, ser político y social, conociendo mis muchas limitaciones y con recaídas, con la angustia de la vejez y un amor patológico a la muerte; por ahora no estoy bien, pero sé que lo voy a conseguir.Mi familia más íntima ha reaccionado igual que el Consejo de Rectores: miedo a la verdad, porque las verdades a veces son desagradables; miedo a la verdad de Castilla del Pino.

Más información

Ahora estoy sola, pero soy una mujer nueva./

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Archivado En