Moderación, muchachos

Para nadie es un secreto que la Iglesia católica sigue siendo, hoy como ayer, una de las columnas del sistema sociopolítico en España, por encima de leyes, constituciones y proclamas de libertad religiosa. Pero algunos ingenuos todavía nos sorprendemos al toparnos con un editorial vaticanista en un diario teóricamente aconfesional como EL PAIS. Me refiero al titulado «Samba para Wojtyla», de fecha -8 de julio. EL PAIS se identifica con el mensaje que el Papa está llevando incansablemente a los parias de Brasil, de Latinoamérica, de Africa: «Resignación». A todos aquellos cuyas terribles...

Para nadie es un secreto que la Iglesia católica sigue siendo, hoy como ayer, una de las columnas del sistema sociopolítico en España, por encima de leyes, constituciones y proclamas de libertad religiosa. Pero algunos ingenuos todavía nos sorprendemos al toparnos con un editorial vaticanista en un diario teóricamente aconfesional como EL PAIS. Me refiero al titulado «Samba para Wojtyla», de fecha -8 de julio. EL PAIS se identifica con el mensaje que el Papa está llevando incansablemente a los parias de Brasil, de Latinoamérica, de Africa: «Resignación». A todos aquellos cuyas terribles condiciones de vida pueden terminar empujándoles del conformismó fatalista a la rebelión, el Papa y EL PAIS les piden: «Resignación». Y a los muy devotos (del poder) dictadores y oligarcas que embrutecen, expolian y masacran sin piedad a sus pueblos, sin perdonar sacerdotes ni obispos respondones, ¿qué les aconsejan EL PAIS y el Papa? Algo muy simple y lógico: «Moderación, muchachos, moderación. No tiréis de la cuerda hasta romperla, porque el Anticristo, la bestia comunista, acecha». ¿Para qué seguir? Desde Roma, Paloma bómez Borrero./