Veinticinco años de prisión por el asesinato de dos guardias civiles

Dos penas de veinticinco años de reclusión mayor solicitó el ministerio fiscal para Cipriano Lampón Gerpe, de veinte años, soltero, delincuente habitual y natural de Castro-Santa Comba (La Coruña), por ser el presunto autor de sendos delitos de atentado, causando la muerte del sargento de la Guardia Civil de Villanueva de Lorenzana (Lugo), Manuel Lamela Montouto, de cincuenta años, y del cabo primero del mismo puesto Angel Broz Novo, de 34 años. Solicita además otras penas menores por utilización ilegitima de un vehículo, conducción sin permiso y tenencia ilicita de armas, amén de indemniz...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Dos penas de veinticinco años de reclusión mayor solicitó el ministerio fiscal para Cipriano Lampón Gerpe, de veinte años, soltero, delincuente habitual y natural de Castro-Santa Comba (La Coruña), por ser el presunto autor de sendos delitos de atentado, causando la muerte del sargento de la Guardia Civil de Villanueva de Lorenzana (Lugo), Manuel Lamela Montouto, de cincuenta años, y del cabo primero del mismo puesto Angel Broz Novo, de 34 años. Solicita además otras penas menores por utilización ilegitima de un vehículo, conducción sin permiso y tenencia ilicita de armas, amén de indemnizaciones, por importe de 3.500.000 pesetas, a satisfacer a las viudas e hijos de las víctimas.

La defensa, que calificó el hecho de homicidio, previo atentado, estima que a Cipriano Lampón debe de imponérsele dos penas de ocho años y un día de prisión mayor, así como tras personas menores.

Los hechos ocurrieron el día 10 de febrero de este año en Villanueva de Lorenzana, en el transcurso de un tiroteo sostenido entre Cipriano Lampón, que acababa de robar un coche en Ribadeo, y el sargento y cabo primero de la Guardia Civil, que actuaron de paisano. Sin embargo, el criminal confesó suponer que se trataba de dos agentes del orden, pero que él no tenía intención de ocasionarles la muerte, sino de huir, y que la escopeta la quería para cometer un atraco.

El delincuente, detenido a la mañana siguiente del crimen en Mondoñedo, fue calificado por el médico forense como un psicópata desalmado, circunstancia que, sin embargo, no debió de influir en su conducta a la hora de efectuar los disparos. El fiscal estimó que ello no supone atenuante, mientras que la defensa piensa que sí. Cipriano Lampón, que formaba parte de la banda de Los Cinco o de Los Navajeros, está en posesión de antecedentes penales y cuando ocurrieron los hechos estaba siendo buscado por la policía como autor de diversos robos

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En