Tribuna:

No se produjo la reacción

La imposibilidad por parte de los bancos de generar nuevas subidas de importancia en qué apoyar una reacción de los mercados de valores, la pujanza de las eléctricas en las tres primeras sesiones de la tanda y su aparente hundimiento el viernes, y la notable recuperación de la Telefónica que se apuntó a lo largo del ciclo cuatro enteros de mejora, han sido los puntos más significativos del comportamiento de la Bolsa en la pasada semana.La reacción bancaria, por la que apostaron a fines de la tanda anterior un buien número de operadores a corto, sobre todo en el mercado madrileño, no llegó a pr...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La imposibilidad por parte de los bancos de generar nuevas subidas de importancia en qué apoyar una reacción de los mercados de valores, la pujanza de las eléctricas en las tres primeras sesiones de la tanda y su aparente hundimiento el viernes, y la notable recuperación de la Telefónica que se apuntó a lo largo del ciclo cuatro enteros de mejora, han sido los puntos más significativos del comportamiento de la Bolsa en la pasada semana.La reacción bancaria, por la que apostaron a fines de la tanda anterior un buien número de operadores a corto, sobre todo en el mercado madrileño, no llegó a producirse. Y no llegó a producirse porque quien estimaba que había de servir de locomotora para la recuperación, el Banco de Santander, tenía bastantes problemas para contener el número de órdenes de venta que se le generaban. El anuncio de las condiciones de su ampliación de capital fue recibido con vivas muestras de desencanto por parte de los inversores. En este caso, el problema parece estar en las expectativas que con anterioridad a su junta general de accionistas se habían creado, cuando se hablaba e incluso se escribía de desdobles en prodigiosas proporciones, que evidentemente no estaban respaldadas por las posibilidades contables del banco.

Lo cierto es que a duras penas se consiguió mantener una orientación discretamente positiva en el sector, en base a que los compradores de días anteriores no habían obtenido las plusvalías suficientes como para justificar la materiafización de sus posturas, a que apenas llegaban órdenes de venta además de las generadas en el propio salón de contratación, y, por último, a que la acción tutelar ejercida por las propias entidades sobre el precio de sus acciones tenía mucho que ver con las recuperaciones.

Los valcores eléctricos

En lo que se refiere al comportamiento de los valores eléctricos, influyeron sobre ellos dos circunstancias, de efectos contradictorios. Por una parte, se hablaba desde principios de la semana del posible reajuste en las tarifas del sector, extremo que se vería confirmado por la propuesta de un incremento del. 20% que realizó el viernes la Junta Superior de Precios. Por otra, el último día de la tanda se produjeron ventas atropelladas en Hidrola e Iberduero, previos a los descuentos de sus correspondientes cupones del dividendo complementarlo al ejercicio de 1979.

Por su parte, el monopolio telefónico observó una pujanza casi olvidada, al confirmarse el incremento de medio punto en su dividendo con cargo al año pasado, a la vez que se mantenían las expectativas de continuar con una política de ampliación de capital,

Otros valores que tuvieron comportamientos dignos de mención fueron Vallehermoso, Española de Inversiones, Torras Hostench y Sniace. Vallehermoso parece que ha conseguido superar la fuerte corriente vendedora que se le generó nada mas pagar su dividendo mejorando posiciones en las dos, últimas sesiones. Torras Hostench, una vez publicados los datos relativos al ejercicio de 1979, y recuperado su dividendo, vuelve a contar con un discreto flujo comprador que le ha generado una mejora de cuatro puntos en la tanda. Sniace y Españoia de Iriversiones reflejaban apreciaziones porcentuales importantes en sus precios.

Archivado En