Condenados a seis años de inhabilitación para ejercer el periodismo

Miguel Villagrasa, periodista y antiguo director de la revista Muchas Gracias, y José María Bea, dibujante de dicha revista, recurrieron ayer ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo contra la condena, de tres meses de arresto mayor, multa de 20.000 pesetas y seis años y un día de inhabilitación para ejercer la profesión periódistica, que le fue impuesta por la Audiencia Provincial de Barcelona, como autores de un delito de escándalo público.El periodista y el dibujante fueron procesados y condenados por la publicación en el número de Muchas Gracias, de fecha de 6 de mayo...

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Miguel Villagrasa, periodista y antiguo director de la revista Muchas Gracias, y José María Bea, dibujante de dicha revista, recurrieron ayer ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo contra la condena, de tres meses de arresto mayor, multa de 20.000 pesetas y seis años y un día de inhabilitación para ejercer la profesión periódistica, que le fue impuesta por la Audiencia Provincial de Barcelona, como autores de un delito de escándalo público.El periodista y el dibujante fueron procesados y condenados por la publicación en el número de Muchas Gracias, de fecha de 6 de mayo de 1977, de varias fotografías de mujeres semidesnudas y de una historieta que el tribunal, formado por los magistrados Alfonso Hernández Pardo, Antonio Campos y Eloy Muñoz Sánchez-Gijón, consideró «de carácter obsceno y propias para producir lujuria». La sentencia condenatoria, de fecha 5 de noviembre de 1979, estimó que las fotografías y la historieta entraban dentro de la pornografía, por lo que «atentan gravemente a la moral, según la norma de cultura de la sociedad española, fruto de años de civilización, que transformó a las personas de animales o bestias en seres racionales».

En los recursos interpuestos ante el Tribunal Supremo el abogado de los condenados alega la inexistencia del delito de escándalo público, ya que la provocación sexual producida por las fotografías y la historieta no pudo ir más allá de la mera sugerencia, dado que no aparecen «posiciones de relación sexual directa entre parejas, animalidad o prácticas perversas». Subsidiariamente, el abogado solicitó la aplicación de la ley de Amnistía de octubre de 1977, por entender que en todo caso se trataría de un delito de opinión. El ministerio fiscal se opuso tanto al recurso como a la aplicación de la amnistía.

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