Frías relaciones entre París y Madrid

El serio malestar provocado en Lisboa y en Madrid por las recientes declaraciones de Giscard d'Estaing sobre una pausa necesaria en el proceso de ampliación del Mercado Común corre el peligro de transformarse rápidamente en verdadera crisis de las relaciones de Francia con Portugal y con España. Consternados por un cambio que tiende a explicar por consideraciones electoralistas, los Gobiernos de Lisboa y de Madrid han pasado rápidamente a la contraofensiva.Sa Carnero finge creer, por el momento, que el frenazo recomendado por Giscard d'Estaing no concierne realmente a su país. No se tiene la m...

El serio malestar provocado en Lisboa y en Madrid por las recientes declaraciones de Giscard d'Estaing sobre una pausa necesaria en el proceso de ampliación del Mercado Común corre el peligro de transformarse rápidamente en verdadera crisis de las relaciones de Francia con Portugal y con España. Consternados por un cambio que tiende a explicar por consideraciones electoralistas, los Gobiernos de Lisboa y de Madrid han pasado rápidamente a la contraofensiva.Sa Carnero finge creer, por el momento, que el frenazo recomendado por Giscard d'Estaing no concierne realmente a su país. No se tiene la misma ilusión en Madrid, donde las reacciones de la Prensa han demostrado, una vez más' hasta qué punto el clima de las relaciones franco-españolas podía fácilmente llegar a ser tenso: es una nueva y seria frialdad, que afecta a las difíciles relaciones entre Francia y España desde hace cuatro décadas.

Los graves incidentes que se han producido el lunes 16 de junio en los Pirineos occidentales van a agravar todavía más las cosas. La destrucción de una docena de camiones españoles, cargados de frutas o de materiales diversos, por un comando de agricultores franceses ha provocado la respuesta inmediata de los camioneros españoles, que han decidido, con éxito, bloquear las rutas de acceso a Cataluña. Un primer incidente de este género se había producido el 6 de mayo, pero la amplitud del producido el lunes. y él contexto en el que ha tenido lugar, pueden alimentar una nueva campaña antifrancesa más allá de los Pirineos, cuando la organización separatista vasca ETA parece decidida a relanzar su guerra de vacaciones del verano de 1979, tomando, en particular, como objetivos los intereses franceses en España.

París ha dado seguridades al Gobierno de Adolfo Suárez de que serían adoptadas medidas oportunas para evitar la repetición de tales incidentes. (...)

París y Madrid deben enfrentarse a una seria revisión de sus relaciones.

, 18 de junio