CASTILLA-LEON

Varios concejales socialistas de León pueden ser expedientados

El alcalde y concejales del PSOE pertenecientes a una decena de ayuntamientos de León podrían ser sancionados por la comisión de conflictos del partido por su negativa a aceptar la disciplina de voto en los plenos municipales celebrados hace dos meses para decidir la integración de la provincia en el ente preautonómico castellano-leonés.

En aquella ocasión, numerosos concejales se negaron a votar la opción aprobada en el último congreso del partido, pronunciándose a favor de la autonomía uniprovincial -«león sólo», defendida únicamente por Coalición Democrática (CD)- o absteniéndose...

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El alcalde y concejales del PSOE pertenecientes a una decena de ayuntamientos de León podrían ser sancionados por la comisión de conflictos del partido por su negativa a aceptar la disciplina de voto en los plenos municipales celebrados hace dos meses para decidir la integración de la provincia en el ente preautonómico castellano-leonés.

En aquella ocasión, numerosos concejales se negaron a votar la opción aprobada en el último congreso del partido, pronunciándose a favor de la autonomía uniprovincial -«león sólo», defendida únicamente por Coalición Democrática (CD)- o absteniéndose en las votaciones, lo que provocó que éstas fueran contrarias a lo acordado inicialmente en varios de los ayuntamientos controlados por los socialistas.Según una fuente oficial del PSOE, las sanciones podrían incluir la expulsión del partido o la suspensión de militancia por un período de tiempo indeterminado, aunque se estima que el elevado número de los expedientados y el hecho de que todos ellos ocupen cargos públicos hace aconsejable que la mayor parte de las acciones se reduzcan a una «seria advertencia» sobre futuras. indisciplinas de voto.

La negativa a aceptar la integración de León en Castilla ha sido frecuente entre los concejales de aquellos partidos que la propugnan -UCD, PSOE y PCE-, debido a la rapidez con que se decidió la cuestión autonómica, en apenas un mes, y al giro de 180 grados dado al tema por el partido del Gobierno, que todavía en marzo de 1980 se mostraba favorable a una autonomía de corte uniprovincial, aceptada en principio por la mayoría de los ayuntamientos.

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