Los accesos a Madrid

Creo que es de casi todos conocido, y quiero creer que también lo será para la Administración, que uno de los tramos de carretera más congestionados y conflictivos es el segmento que une Móstoles con Madrid por la Nacional V. Tanto es así, que en los últimos tiempos ha estado permitida la circulación por los arcenes de la calzada a los vehículos ligeros en diversos tramos de la misma, hasta que se ha puesto en servicio la primera fase de la variante que circunvala Alcorcón y Móstoles.Probablemente la Administración ha considerado que con dicha puesta. en servicio los problemas de congestión de...

Creo que es de casi todos conocido, y quiero creer que también lo será para la Administración, que uno de los tramos de carretera más congestionados y conflictivos es el segmento que une Móstoles con Madrid por la Nacional V. Tanto es así, que en los últimos tiempos ha estado permitida la circulación por los arcenes de la calzada a los vehículos ligeros en diversos tramos de la misma, hasta que se ha puesto en servicio la primera fase de la variante que circunvala Alcorcón y Móstoles.Probablemente la Administración ha considerado que con dicha puesta. en servicio los problemas de congestión del tráfico han quedado resueltos y que, en consecuencia, carece de utilidad mantener la autorización para circular por tales arcenes.

Estoy seguro que esta apreciación es totalmente válida para aquellas horas no consideradas «punta». Sin embargo, basta con observar la situación de la carretera entre las 7.00 y las 9.30 y entre las 19.00 y las 21.30 horas para comprender que es una decisión carente de realismo, ya que se está favoreciendo la formación de caravanas de vehículos varios kilómetros, consumiendo gasolina y nervios in necesariamente, cuando un tercio de la calzada está inutilizado.

Y por si lo anterior fuera poco, algunos agentes de la Guardia Civil de Tráfico, cuya función, por otra parte, a nivel general, nos merece todo el agradecimiento y respeto, llevan algún tiempo que en este tramo de carretera quizá estén confundiendo su misión, pues no me parece nada consecuente con la misma apostarse tras algún seto de los existentes en los bordes de la calzada para, desde allí, «cazar» in fraganti al desesperado trabajador, que, harto ya de gastar su tiempo y su dinero en la caravana, decide correr el riesgo de circular por un arcén por el que hasta hace muy poco tiempo era lícito transitar.

Mucho agradeceríamos a la Administración los miles de trabajadores que día tras día sufrimos esta carretera tenga a bien reconsiderar su decisión y permitirnos, en las horas «punta», la utilización de los arcenes, ya que ello, aunque sabemos que es un mal menor, aliviará un problema del que hace mucho esperamos su pronta y justa solución y del que sólo somos las víctimas./