Debate de la moción de censura al Gobierno

Abril y Leal trataron de descalificar la estrategia económica del PSOE

El portavoz del Grupo Socialistas de Cataluña, Ernest Lluch, subió a la tribuna de oradores para defender su posición favorable a la moción de censura, defender los planteamientos económicos del programa expuesto por Felipe González y criticar la política económica del Gobierno. Al mismo tiempo defendió la necesidad de incrementar el déficit del sector público.«Quienes hemos leído con atención el discurso del presidente Suárez hemos comprobado que en una parte está inspirado en un panfleto de Stalin de 1913». «Se ha dicho que en el programa económico de Felipe González no hay cuantificación y ...

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El portavoz del Grupo Socialistas de Cataluña, Ernest Lluch, subió a la tribuna de oradores para defender su posición favorable a la moción de censura, defender los planteamientos económicos del programa expuesto por Felipe González y criticar la política económica del Gobierno. Al mismo tiempo defendió la necesidad de incrementar el déficit del sector público.«Quienes hemos leído con atención el discurso del presidente Suárez hemos comprobado que en una parte está inspirado en un panfleto de Stalin de 1913». «Se ha dicho que en el programa económico de Felipe González no hay cuantificación y donde desde luego no la hay es en el programa económico del Gobierno. El Gobierno ha dicho que iban a crearse mil puestos de trabajo diarios y solamente en el mes de abril los parados aumentaron en 22.000. El Gobierno ha justificado su actuación apoyándose en algún momento en el informe de la OCDE, pero muchas de las críticas que figuran en el informe de la OCDE están en el discurso de Felipe González. En la oferta del señor González lo que hay es realismo, al igual que en la OCDE».

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Las palabras del socialista catalán suscitaron una intervención del ministro de Economía, José Luis Leal: «El señor Lluch ha hablado del informe de la OCDE y lo importante en un informe son las conclusiones, y el de la OCDE recoge varios de los logros económicos de España. El señor Lluch ha hablado de la lucha contra el paro y compartirnos su apreciación, pero una economía como la nuestra ha recibido un choque muy fuerte porque tres puntos de nuestro producto se van en la compra de petróleo. En lo que se nos ha propuesto por el candidato socialista no hay elección porque se propone un aumento de gastos de todo tipo y, en contradicción, se nos dice que no aumentarán los gastos corrientes».

Ernest Lluch replicó a su vez: «De las once resoluciones que contiene el programa económico del Gobierno sólo se ha cumplido una, y de eso no se ha dicho nada. No se puede intoxicar a la opinión pública diciendo que todo déficit es malo. El déficit, para nosotros, es un medio para conseguir como fin el pleno empleo, y ustedes, señores de UCD, se están equivocando. Están a la derecha de la mayoría de los países europeos y eso este país no puede soportarlo».

Estas palabras de Ernest Lluch ocasionaron una intervención del vicepresidente para Asuntos Económicos, Fernando Abril, quien insistió en que el programa presentado por el partido socialista no es un programa, no es económico y no es socia lista porque «incumple el sentido primario de la economía: las medidas del programa son costosas, elevarían los precios hasta niveles de inflación galopante, desequilibrarían la balanza de pagos, aumentando nuestro endeudamiento con el exterior, y elevarían el déficit del sector público hasta el límite de hacer ingobernable el gasto nacional. Es de temer que tampoco sea socialista. basta comparar las declaraciones generales de la estrategia económica del partido socialista con las declaraciones generales, y las medidas de este programa, para darse cuenta de la enorme diferencia entre la retórica marxista de aquel documento y las limitadas medidas de éste».

«El endeudamiento público provocaría a corto plazo un excedentede la balanza de caja. Aumentar la carga de la deuda pública exterior sin invertirla en proyectos que sean rentables equivale a hipotecar el futuro y ahogar la balanza de pagos».

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De nuevo hizo uso de la palabra el socialista catalán Ernest LIU'ch para contestar a Fernando Abril: «Me gustaría dejar claro la insistencia del Gobierno en la dificultad de controlar los gastos corrientes. Nosotros lo hemos hecho en muchos ayuntamientos».

Cerró la polémica el vicepresidente Fernando Abril, quien dijo que «la gestión financiera de los ayuntamientos va a comprobarse cuando se discutan las medidas para afrontar los 67.000 millones de déficit».

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