El director de "Punto y Hora de Euskal-Herría" por apología del terrorismo

Javier Sánchez Erauskin, director de la revista Punto y Hora de Euskal-Herría, editada en Pamplona, fue juzgado ayer en la Audiencia Nacional por el presunto delito de apología del terrorismo, por el que el ministerio fiscal pide la pena de tres años de prisión menor. La acusación del fiscal está basada en la publicación en el número de Punto y Hora de Euskal-Herría, correspondiente al 25 de mayo de 1979, de una entrevista sin firma hecha a las hermanas de los refugiados vascos en Francia Apaolaza y Goikoetxea, que por aquellas fechas iban a ser juzgados en Aix-en-Provence (Francia).

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Javier Sánchez Erauskin, director de la revista Punto y Hora de Euskal-Herría, editada en Pamplona, fue juzgado ayer en la Audiencia Nacional por el presunto delito de apología del terrorismo, por el que el ministerio fiscal pide la pena de tres años de prisión menor. La acusación del fiscal está basada en la publicación en el número de Punto y Hora de Euskal-Herría, correspondiente al 25 de mayo de 1979, de una entrevista sin firma hecha a las hermanas de los refugiados vascos en Francia Apaolaza y Goikoetxea, que por aquellas fechas iban a ser juzgados en Aix-en-Provence (Francia).

Como consecuencia de esta entrevista, de la que Javier Sánchez Erauskin se responsabilizó, en cuanto director de la publicación, aquél fue procesado en virtud del decreto-ley sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, de 26 de enero de 1979. Este decreto-ley, que ha sido interpretado como una ampliación de la ley antiterrorista, que entró en vigor en diciembre de 1978, introdujo en la legislación española el delito específico de apología del terrorismo, para el que se establece la pena de prisión menor, entre seis meses y un día y seis años. La competencia para el conocimiento, instrucción y fallo de este tipo de delitos corresponde a la Audiencia Nacional.Durante la vista del juicio, en la que estuvo presente una representación de la comisión para la libertad de expresión, de la que forman parte la Unión de Periodistas, el Pen Club de España, la Asociación de Artistas Plásticos, la Asociación de Amigos de la Cultura y el Club de Amigos de la Unesco, el fiscal señaló que, de la misma manera que se persigue la tentativa o la inducción al terrorismo, debe perseguirse la apología, que constituye una forma atenuada de provocación. «Apología», dijo el representante del ministerio fiscal, «es todo aquello que supone una exaltación de una actividad delictiva». Por suparte, el defensor del director de Punto y Hora de Euskal-Herría, letrado Ignacio Esnaola, manifestó que no había apología del terrorismo en la actuación de su defendido, porque la entrevista publicada era noticia en aquel momento y, por tanto,era obligación del director de la publicación informar a sus lectores. «Tampoco», añadió el abogado defensor, «había en las preguntas de la entrevista ningún tipo de apología, no se dan opiniones en la misma, tampoco es un editorial y ni hay alabanzas del hecho ni de las actuaciones de organizaciones armadas». El abogado defensor finalizó su informe con la solicitud de que su defendido fuera absuelto.

Preguntado por el presidente del tribunal si tenía algo que alegar, Javier Sánchez Erauskin manifestó: «Me gustaría decir, como periodista, que, en caso de que fuera condenado, no sólo se atentaría contra la libertad de expresión, sino contra el ejercicio de la profesión periodística. De seguir en este supuesto, se lanza al periodista hacia el camino de la manipulación».

En relación con este juicio, primero que se ha celebrado contra un periodista por el delito específico de apología del terrorismo, la comisión para la libertad de expresión ha hecho pública su protesta por lo que se considera «un grave atentado a una de las libertades básicas de toda sociedad democrática». Javier Sánchez Erauskin, miembro de la Asociación de la Prensa de Madrid, tiene pendiente otro proceso como autor del libro Txiki y Otaegui, en el que el ministerio fiscal le pide una pena de dos años de prisión por supuesto desacato a los tribunales militares.

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