RELIGIÓN

Primera visita del primado anglicano a un templo mariano del Reino Unido

Por primera vez desde la reforma, un primado de la Iglesia anglicana y un miembro de la familia real británica han visitado, en medio de fuertes críticas de los sectores integristas protestantes, un santuario mariano. El inusitado espectáculo, cuya importancia para impulsar el movimiento ecuménico en el Reino Unido es innegable, se produjo el lunes con motivo de la visita al santuario de Nuestra Señora de Walsingham, en el condado de NorfoIk, del primado anglicano de toda Inglaterra, Robert Runcie, y de la duquesa de Kent, prima de la reina Isabel.Walsingham puede considerarse el santuario mar...

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Por primera vez desde la reforma, un primado de la Iglesia anglicana y un miembro de la familia real británica han visitado, en medio de fuertes críticas de los sectores integristas protestantes, un santuario mariano. El inusitado espectáculo, cuya importancia para impulsar el movimiento ecuménico en el Reino Unido es innegable, se produjo el lunes con motivo de la visita al santuario de Nuestra Señora de Walsingham, en el condado de NorfoIk, del primado anglicano de toda Inglaterra, Robert Runcie, y de la duquesa de Kent, prima de la reina Isabel.Walsingham puede considerarse el santuario mariano más famoso del Reino Unido. Edificado en 1061 para conmemorar el misterio de la Anunciación, el santuario fue prácticamente destruido durante la reforma, cuando todo culto a la Virgen María era considerado como síntoma de «papismo». Sin embargo, la tradición mariana perduró a través de los siglos.

Aunque la basílica ha estado siempre en manos de la Iglesia de Inglaterra, este año ha sido la primera vez que un primado anglicano y arzobispo de Canterbury ha acudido en peregrinación desde el siglo XVI.

La Iglesia católica romana mantiene una capilla en la parte superior del santuario, y el primado católico y arzobispo de Westminsters, cardenal Basil Hume, se trasladó el domingo a Walsingham para orar por la unión de todos los cristianos utilizando la cita de Cristo en el Evangelio de San Juan: «Que todos sean uno».

Por su parte, el arzobispo de Canterbury, tras celebrar una misa en el santuario anglicano, se trasladó a la capilla católica y, significativamente, utilizó la misma cita en favor de la unidad que veinticuatro horas antes había utilizado el cardenal Hume.

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